El rostro de Cony aparece en las fichas Odiseas que pega su hija Jenny con una mueca de sonrisa y pareciera que al verla en ese retrato, es como ver la cara de su hija. Solo que Jenny desde hace seis días tiene los ojos llorosos. Se le mira extraviada e impaciente, porque tiene miedo de hallar en uno de esos parajes que recorre, el cuerpo de su madre.
Y no quiere ni pensar que así sea. Quiere poner de frente la esperanza en que la hallará viva.
DESAPARICIÓN
El pasado jueves tres de febrero, Concepción Albarrán Romero, de 45 años de edad, desapareció alrededor de las 15:00 horas al salir de su local de comida ubicado en la calle Morelos de San Antonio Acahualco, Zinacantepec.
Las últimas quien la vieron fueron sus empleadas, a quienes les dijo que regresaba en minutos.
Suly, la hermana menor de Cony, explica seis días después de la desaparición, que revisaron las cámaras cercanas de videovigilancia, pero solo hay una grabación en la que se mira salir de la fonda a Cony. Luego todo es pista perdida.
DÍA TRES
A las 9:00 horas Jenny, sus tías y sus primas citaron a los vecinos en la calle principal de la colonia Cristo Rey, en Santiago Tlacotepec, Toluca. De allí es Cony y piensan que seguir las pistas hasta el sur de Toluca, es prioritario.
"No estamos programando las búsquedas, solo salimos a donde la gente nos dice", explica Jenny.
En un ciber de la colonia les extendieron algunos cientos de fichas impresas y Jenny y sus primas las han ido pegando en postes y en tiendas.
"No nos cobraron las impresiones, así nos ha ayudado la gente, algunos con comida", dice Suly, la hermana Cony.
La caravana con el paso de la mañana se hizo chica, algunos tomaron rumbo a San Juan Tilapia y el grupo que encabeza Jenny avanzó hacia El Refugio, a la zona de las minas.
NO QUIERO ENCONTRAR AHÍ A MI MAMÁ
La voz se le desquebraja a Jenny cuando plantea que prefiere no hallar a su mamá en esos parajes insólitos que ha pisado en los últimos días.
"Son minas, son barrancas, son cultivos, son lugares feos y no hallarla ahí, me da una esperanza de que ella estay bien", refiere la joven de 22 años extraviando la mirada.
La caravana llegó y cruzó una zona de ranchos lujosos que se levantan de las terracerías en El Refugio al sur de Toluca. Es una zona de dos caras: por una muestra terracerías poco transitables, sin lámparas, lotes baldíos y menos de viviendas.
En el otro extremo, el mismo terreno muestra residencias y ranchos escondidos que se coronan entre bordos de los que también se separan por bardas altas y vigiladas con cámaras.
Allí llegó a buscar este martes el grupo que encabeza Jenny y bajó a las barrancas y ríos secos.
Dice que quiere descarta todos los parajes, de sitios en que no está su madre.
"Quiero descartar todos estos lugares, y pido que aquí no esté mi madre", explaya la joven.
El miércoles su búsqueda continuará en el centro de Toluca con ayuda de grupos que armarán sus compañeros de la facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMéx, donde estudia Jenny.