El secretario de Salud del gobierno estatal, Gabriel O’Shea Cuevas, aceptó que el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) padece de una enfermedad financiera, sobre todo en la deuda con proveedores, incluyendo quienes surten medicamentos e insumos, por lo que ya entró la contraloría para revisar los números.
Refirió que la deuda a proveedores es alta y, por lo mismo, la contraloría ya entró desde el día de la entrega recepción, “hay un despacho encargado de revisar este tema y bueno, todavía no ha concluido esta entrega recepción, ya que se tienen 30 días hábiles para poder no reclamar, sino dejar el antecedente que debían tanto miles de millones a proveedores”, subrayó.
Aclaró que las cuentas públicas ahí están, “cuando yo dejé esta secretaría, el cierre de la cuenta pública eran cuatro mil y tantos millones, que una parte era para obra y construcción, más o menos dos mil, y un pago a proveedores era de dos mil. Hoy no tengo el total, pero si hay alguna anormalidad, la contraloría dará la notificación respectiva”, detalló.
O’Shea Cuevas mencionó que primero analizarán la cantidad de la deuda y posteriormente tendrán que sentarse con proveedores para reestructurar la misma con pagos cada mes, aunque eso va a depender de los ahorros.
Lo cierto, aseguró, es que se tendrá que asegurar la operación de unidades médicas y los programas contra enfermedades como el dengue, zika e inclusive las acciones derivado de la temporada invernal, como son las vacunas contra la influenza.
En el tema de abastecimiento de medicinas, declaró que ya se reunieron con los proveedores y a partir del lunes se comenzaron a surtir los anaqueles de hospitales y unidades médicas, por lo que se espera que en un mes ya se tenga un abasto de 80 por ciento.