Pese al intenso calor y algunas ráfagas de viento, miles de católicos de la delegación de San Mateo Oxtotitlán, participaron este viernes en la tradicional representación de la vida y muerte de Jesucristo protagonizada por alrededor de 200 actores.
Desde muy temprano, la zona centro de esta delegación ya presentaba afluencia de personas para participar en el viacrucis que inició al filo del medio día a un costado de la iglesia.
En los escenarios se revivió la aprehensión de Jesús, juicio, flagelación, decisión de Pilatos y el largo camino al monte Calvario -escenificado por su cerro-con la pesada cruz en la espalda.
Alrededor de las 14:00 horas, Ulises, quien le dio vida a Jesucristo, fue sentenciado a muerte y por lo mismo, comenzó su caminar hacia donde sería crucificado junto con los ladrones Dimas y Gestas.
Así, Jesús inició su caminar por calles de San Mateo Oxtotitlán acompañado por habitantes que vivían el Viacrucis, hasta llegar al cerro y ahí, ante miles de personas, fue crucificado.
En su trayecto, los soldados romanos azotaban una y otra vez a Jesús y sus acompañantes, ante la mirada de piedad de los espectadores que seguían el acto.
Al filo de las 15:43 horas, ya en su cruz, Ulises -Jesucristo- antes de dar su último respiro, dijo, “perdónalos Señor porque no saben lo que hacen”.
De acuerdo a los organizadores de esta representación en la que participan casi 200 actores, su preparación es meses atrás y no solo es física, sino espiritual.
“Físicamente no es tan sencillo, tú lo viste ahorita es subir un cerro y eso cuesta mucho, pero nos hemos preparado y traemos lo necesario para prestar el auxilio a los participantes”, comentó uno de los miembros del grupo de Semana Santa.
Añadieron que la preparación espiritual también forma parte de esta representación religiosa, pues deben sentir y vivir el viacrucis.
“Muchos quizá no lo toman en serio, pero nosotros como participantes debemos sentir el acto y quizá compartir el sufrimiento de Jesús, pues lo que él vivió fue por todos nosotros”, expresó otro de los participantes.
El ambulantaje no fue la excepción en esta representación y la venta de bebidas alcohólicas, así como de alimentos diversos fue sin control y prácticamente los puestos tapizaron todo el trayecto del contingente.
“Muchos no vienen a participar del viacrucis, solo andan tomando cerveza y alcohol. Eso no debe ser así, pues no es una fiesta es un viacrucis que hay que sentirlo con fe”, declaró doña María Pascual, que acudió a esta representación.
Finalmente, una vez que finalizó el acto de fe, los pobladores regresaron a sus hogares para continuar con la agenda de Semana Santa.