Primeramente habrá que reconocer que el presidente de la República es un excelente comunicador y un extraordinario distractor de los asuntos importantes y urgentes que aquejan a la sociedad mexicana.
Desde que el “Peje” andaba en campaña presidencial, entre otras cosas que criticaba fue la opulencia y el despilfarro del avión presidencial, el cual fue adquirido en el gobierno de Felipe Calderón y que fue el medio de transporte preferido de Enrique Peña; AMLO una vez que entró en funciones expresó: “No me subiré a ese avión porque es un insulto de opulencia para la sociedad mexicana”, fue así que desde el mes de diciembre de 2018 puso a la venta el avión presidencial, un Boenig-787; el cual tiene un costo de 130 millones de dólares, cantidad que al tipo de cambio actual es de 2 mil 500 millones de pesos, el avión que según el “Peje” “no tenía ni Obama, ni tiene Trump”, resulta que por su alto costo y su extremado lujo no se ha podido vender.
El asunto del avión ha servido de distracción en dos temas importantísimos como son: el reemplazo del Seguro Popular, por la creación del Instituto de Salud para el Bienestar Insabi, el Seguro Popular cuya vigencia era de casi 20 años, ahora el presidente fijó un plazo de 1 año para tener en funcionamiento el Insabi que tiene como naturaleza jurídica de órgano descentralizado de la Secretaría de la Salud; sin embargo a pesar de los problemas que tenía el Seguro Popular era un eficiente medio de prestación de servicio médico para casi 70 millones de mexicanos que no cuentan con seguridad social; sin embargo hoy uno de los problemas que ha enfrentado el Insabi es la falta de medicamentos, lo que ha traído como consecuencia manifestaciones y paros de padres de familia, porque no reciben a tiempo y oportunamente los medicamentos para sus hijos y familiares cercanos.
Un siguiente problema que requiere la atención del gobierno federal es la inseguridad social, pues sigue la violencia contra la población los homicidios, feminicidios, asaltos, robos en casas-habitación, en la calle y en lugares públicos; es así que a partir del mes de diciembre de 2019 y hasta la fecha el presidente ha tenido el tema del avión presidencial para distraer la atención del pueblo, desde el 3 de diciembre de 2018 es decir dos días después de la toma de posesión el avión fue enviado a USA donde permaneció estacionado por más de 12 meses erogando una cantidad de 30 millones de pesos, por almacenaje y mantenimiento, el presidente ha distraído la atención de la opinión pública con la posibilidad de que se obtenga como premio en un sorteo de la Lotería Nacional.
Esta ha sido una de las ¡mayores ocurrencias!, pues la Ley Federal para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Publico no incluye la forma jurídica de rifa o sorteo de los bienes públicos, ahora resulta que habrá un sorteo de la lotería el próximo martes 15 de septiembre donde se venderán 6 millones de “cachitos” de la lotería a un costo de 500 pesos, aunque no se entregaría la aeronave sino que los que obtengan premio, recibirán dinero en efectivo mientras el avión seguirá en venta.
Según el “Peje”, así se resolverá el problema, y el dinero servirá para hospitales y compra de equipo médico, y medicamentos; por si a usted le interesa amable lector la venta de boletos para el sorteo del 15 de septiembre, iniciará el próximo 1º de marzo.
MAGISTRADO EN RETIRO / famlopezs@hotmail.com
