/ martes 7 de septiembre de 2021

EdoMex Abierto | ¿Cómo debería ser el informe bajo un esquema de gobierno abierto?

Si un gobierno abierto es aquel que está en constante diálogo con la ciudadanía, comparte recursos que antes estaban celosamente guardados y observa los principios de transparencia y participación ciudadana como criterios básicos, ¿cómo debería ser un informe de gobierno bajo un enfoque de apertura gubernamental?

Antes de proponer algunos aspectos, permítanme hacer un énfasis sobre la importancia de la rendición de cuentas para un gobierno abierto. Una forma muy simple de entender el gobierno abierto es promover la instalación de espacios multiactor en los que se desarrollen planes de gobierno abierto. Al ofrecer la posibilidad de detonar procesos de victorias rápidas mediante compromisos en torno a problemas públicos concretos, estos modelos de implementación de gobierno abierto son una estupenda forma de promover el gobierno abierto.

La potencialidad del enfoque de gobierno abierto tiene más relevancia si se aborda desde una perspectiva de políticas públicas. Es decir, la posibilidad de generar una reforma administrativa que mejore la manera en la que funciona el propio gobierno. No se trata de tecnología como un fin en sí mismo, se trata de que se adapte el aparato burocrático para los problemas del siglo XXI. Una de esas transformaciones tiene que ver con la forma en la que los gobernantes rinden cuentas.

La manera en la que se aborda el fenómeno de un informe de gestión pública en nuestro país es bastante arcaico y obsoleto, con mucha retórica y poco espacio para el diálogo y la deliberación. Y no me refiero solamente al informe del presidente de la república, o del gobernador del Estado. También vemos el mismo ritual en personas legisladoras, presidentes municipales, incluso con titulares de órganos autónomos. La clase política se vuelca a felicitarse a sí misma en redes sociales por sus respectivos informes, pero apenas dejan espacio para conocer los logros alcanzados o discutir sobre ellos.

En un gobierno abierto, la ciudadanía debe contar con la información necesaria para conocer qué es lo que hace el gobierno. Por eso es importante un informe de gestión, pero es apenas un primer paso en la rendición de cuentas. Debemos conocer porqué se están tomando esas decisiones que nos afectan a todas y todos, saber con base en qué se tomaron esas decisiones. Y en última instancia poder expresar nuestra opinión como ciudadanía, que algo podremos decir al respecto.

Un informe gubernamental bajo un esquema de gobierno abierto no sólo debería tener la posibilidad de ser interpelado o cuestionado por sus pares o por las distintas fuerzas políticas en un Congreso, como el acto republicano que debería ser. También debería estar sustentado en datos abiertos y verificables, que pueda incorporar la opinión, el diálogo y la deliberación pública. Debería ser el primer escalón de una democracia deliberativa, allí donde todas las decisiones son legítimas porque son dialogadas y discutidas, o no lo son.

@drcervantes

Si un gobierno abierto es aquel que está en constante diálogo con la ciudadanía, comparte recursos que antes estaban celosamente guardados y observa los principios de transparencia y participación ciudadana como criterios básicos, ¿cómo debería ser un informe de gobierno bajo un enfoque de apertura gubernamental?

Antes de proponer algunos aspectos, permítanme hacer un énfasis sobre la importancia de la rendición de cuentas para un gobierno abierto. Una forma muy simple de entender el gobierno abierto es promover la instalación de espacios multiactor en los que se desarrollen planes de gobierno abierto. Al ofrecer la posibilidad de detonar procesos de victorias rápidas mediante compromisos en torno a problemas públicos concretos, estos modelos de implementación de gobierno abierto son una estupenda forma de promover el gobierno abierto.

La potencialidad del enfoque de gobierno abierto tiene más relevancia si se aborda desde una perspectiva de políticas públicas. Es decir, la posibilidad de generar una reforma administrativa que mejore la manera en la que funciona el propio gobierno. No se trata de tecnología como un fin en sí mismo, se trata de que se adapte el aparato burocrático para los problemas del siglo XXI. Una de esas transformaciones tiene que ver con la forma en la que los gobernantes rinden cuentas.

La manera en la que se aborda el fenómeno de un informe de gestión pública en nuestro país es bastante arcaico y obsoleto, con mucha retórica y poco espacio para el diálogo y la deliberación. Y no me refiero solamente al informe del presidente de la república, o del gobernador del Estado. También vemos el mismo ritual en personas legisladoras, presidentes municipales, incluso con titulares de órganos autónomos. La clase política se vuelca a felicitarse a sí misma en redes sociales por sus respectivos informes, pero apenas dejan espacio para conocer los logros alcanzados o discutir sobre ellos.

En un gobierno abierto, la ciudadanía debe contar con la información necesaria para conocer qué es lo que hace el gobierno. Por eso es importante un informe de gestión, pero es apenas un primer paso en la rendición de cuentas. Debemos conocer porqué se están tomando esas decisiones que nos afectan a todas y todos, saber con base en qué se tomaron esas decisiones. Y en última instancia poder expresar nuestra opinión como ciudadanía, que algo podremos decir al respecto.

Un informe gubernamental bajo un esquema de gobierno abierto no sólo debería tener la posibilidad de ser interpelado o cuestionado por sus pares o por las distintas fuerzas políticas en un Congreso, como el acto republicano que debería ser. También debería estar sustentado en datos abiertos y verificables, que pueda incorporar la opinión, el diálogo y la deliberación pública. Debería ser el primer escalón de una democracia deliberativa, allí donde todas las decisiones son legítimas porque son dialogadas y discutidas, o no lo son.

@drcervantes