El resultado electoral aún sigue siendo motivo de análisis.
La pregunta recurrente es ¿cómo explicar el resultado tan contundente?
Muchos no encuentran una explicación clara frente a un gobierno cuyos datos en su gestión son contrastantes. Este sexenio se perfila como el mas violento en la historia de México con ya cerca de 200 000 mil muertes; con un sistema de salud, a pesar del discurso y las expectativas, deficiente y que ha costado a los mexicanos mucho sin que haya resultados tangibles; un manejo desastroso de la pandemia como lo han demostrado muchos estudios; incremento en el número de desaparecidos y un sentimiento de inseguridad en prácticamente todas las zonas del país y presencia del crimen organizado que controla amplias zonas del país y con influencia en la distribución de bienes y servicios, una presencia militar creciente y aumento en los feminicidios, con una percepción de violencia e inseguridad que no disminuye, incluso algo que no parecería tener lógica en los 50 municipios más violentas del país también ganó el partido gobernante. Esto es algo que es sin duda de llamar la atención
La respuesta está en el comportamiento del ciudadano, del votante en lo particular. Por ello me atrevo a aventurar una hipótesis que podría explicar los resultados electorales:
1. 1. Los saldos negativos del gobierno no han hecho que la sociedad en su conjunto, a pesar de percibir muchos aspectos negativos, tenga un amplio rechazo a la gestión del gobierno. Y eso se debe a la construcción del discurso gubernamental, ampliamente difundido por los medios, que juega con dos elementos: incremento de las expectativas de futuro y la responsabilidad de actores del pasado. Los ejemplos abundan: la promesa de contar con un sistema de salud que sea uno de los mejores del mundo, la expectativa de la soberanía energética, la expectativa en la baja en los índices de seguridad, es decir, el discurso constante de que las cosas van a ocurrir, aunque no sucedan. Y el segundo, ya muy conocido, culpar a gestiones y actores del pasado de los malos resultados del que ya se ha escrito mucho y que es el enemigo identificado.
2. 2. La instrumentación de los programas sociales ha fortalecido el individualismo sobre el sentimiento colectivo y solidario. En ese sentido el gobierno ha minimizado cualquier tipo de protesta social o colectiva. Es conocido como los movimientos feministas, los ecologistas, los de las clases medias han sido minimizados por el gobierno quien se asume como el representante legitimo de todas las causas y cualquier protesta es despreciada y esta no cuenta con interlocutores del gobierno que se puede resumir en la frase de “cuidar la investidura”. Esto envía a un mensaje a una sociedad que por sus condiciones materiales vive en la pobreza
3. 3. El otro enemigo identificado es la construcción de un enemigo propio que permite estructurar el discurso del gobierno: en los llamados conservadores se agrupan a todos aquellos que critican al gobierno quien se ha apoderado de la voluntad de los ciudadanos en lo individual a través de los programas sociales.
4. 4. La naturaleza de los programas sociales al hacerlos individuales destruye al individuo como miembro de una colectividad pues lo lleva a zonas de confort que de otra manera no habría tenido.
Esos hechos pueden ser un elemento importante para comprender el sentido del voto en las pasadas elecciones. El bienestar individual que lleva a la destrucción del ente colectivo.
Sin duda un tema para seguir estudiando pues está de por medio la estructura de la sociedad misma.
Correo: contextotoluca@gmail.com
