Durante la semana que recién concluyó, el país y su población recibimos 2 noticias que preocupan y ocupan al sector económico, quienes hemos visto mermados los esfuerzos que este gremio ha hecho por el bienestar del país y no han tenido eco en los oídos del gobierno federal.
El Banco de México y entidades que integran el sistema financiero, identificaron riesgos latentes en el sistema financiero mundial que pueden agravarse a nivel nacional a causa de las acciones y omisiones que se han implementado desde la cúpula del gobierno federal. Uno de los riesgos, es que las condiciones financieras globales se tornen más restrictivas y volátiles, por un aumento mayor a lo anticipado en las tasas de interés y la inflación en algunas economías avanzadas.
Un incremento mayor al esperado en la inflación, tendría como consecuencia un retiro anticipado de los estímulos monetarios en algunas naciones; mientras que un endurecimiento de las condiciones financieras elevaría los costos de financiamiento de las empresas, hogares y gobiernos, afectando la recuperación económica, principalmente en economías emergentes, como México. Asimismo, BANXICO identificó que, pese a que se ha mitigado en el corto plazo el riesgo de rebajas a la calificación soberana de México, el año entrante al menos dos calificadoras podrían realizar ajustes, trastocando al sistema financiero mexicano.
Por otra parte, se dio a conocer que México retrocedió dos posiciones, de la posición 53 a la 55, en la Clasificación Mundial de Competitividad 2021, elaborada por el Instituto para el Desarrollo Gerencial; la posición más baja desde 1997, cuando fue incluido en esta clasificación. Este índice, se asocia con la capacidad de competir en mercados nacionales o de enfrentar a la competencia internacional.
Las peores calificaciones para México, dentro de esta clasificación se dieron en los renglones de legislación sobre negocios, educación, infraestructura tecnológica y marco institucional.
Al realizar un análisis sobre las acciones que han llevado al país a este panorama de especulación y preocupación, destaca que el sector económico ha realizado su labor y ha respondido con creces a las condiciones adversas que se han presentado; pese a la contingencia que significó la pandemia de Covid-19, el sector económico mexicano ha mostrado el músculo y ha sabido responder a las exigencias del mercado global.
Es indispensable que el sector gubernamental subsane las señales que ha enviado hacia el exterior a causa de la inestabilidad en las políticas públicas, así como por la falta de gobernanza y de liderazgo.
Es trascendental la sinergia que gobierno y sector económico podamos alcanzar; la mesa está puesta por parte del lado del sector, tan sólo falta el apretón de manos.
