/ domingo 25 de julio de 2021

Panorama Política | Pájaros en el alambre

En nuestro país desde tiempos pasados el poder que ejercían los tlatoanis sexenales les permitía pensar que eran dueños y señores de haciendas y vidas, con lo que pretendían tener un control absoluto sobre todos los actos, personas y circunstancia que sucedían o se encontraban en su entorno, prácticamente todo en nuestra nación.

En su momento eran las intervenciones de correspondencia, cartas, escritos, conversaciones en los principales espacios públicos y privados, para ello se hacían ayudar de personas infiltradas, orejas y ojos en todos lados, la gran mayoría agentes de gobernación o ciudadanos a su servicio, que por una paga informaban lo que sucedía, “Hay Pájaros en el alambre decían cuando se intervenían los teléfonos alámbricos.

Siempre en la historia de la humanidad han existido personas que, a cambio de dinero, dádivas, prebendas, intercambian información de otros para que los gobiernos puedan hacer con ella lo que consideren necesario, algunos la usan de manera arbitraria otros para su toma de decisiones, protección, contraataque, al fin y al cabo para lo que la requieran, se trata de actos de espionaje.

Sin duda los tiempos han cambiado y con la ayuda del desarrollo tecnológico las formas de espiar también han evolucionado. Todo esto viene a consideración porque en estos días se ha revelado información de supuestos archivos encontrados en las dependencias gubernamentales federales que dan cuenta de una serie de escuchas ilegales a políticos, activistas, defensores de derechos humanos, periodistas, familiares y amigos de los espiados.

Algo que se encuentra totalmente violando la ley pues las comunicaciones son privadas, de hecho, se trata de un Derecho Fundamental consagrado en la Constitución en su Artículo 16 que prohíbe y sanciona las intervenciones de las comunicaciones privadas, las cuales solo la autoridad puede en algún caso concreto intervenir con una orden judicial y con la debida fundamentación y motivación, tratándose solo de delincuencia organizada.

Pero en este caso tenemos a las autoridades del gobierno federal anterior acusados de hacer este espionaje ilegal, con el uso de un software israelí llamado Pegasus, que compraron aparentemente para el combate a la delincuencia organizada, sin embargo, se hacen acusaciones que fue manipulado para escuchar de manera clandestina a opositores y personajes incomodos.

Por desgracia nada nuevo en nuestro país que se caracterizado en los distintos gobiernos y niveles por el espionaje. Inclusive según un reportaje de la revista Proceso aparecen varios personajes del Estado de México, entre ellos distinguidos militantes del Partido Acción Nacional. Hago un llamado a las autoridades competentes para que investiguen a fondo sobre este vergonzoso acto ilegal y que en su caso se sancionen a los culpables, pero también exijo que el gobierno federal no lo use como un distractor más ante la ineficiencia en su manejo gubernamental que tantos daños nos sigue generando.

@JorgeInzunzaPAN

Facebook: Jorge Inzunza


En nuestro país desde tiempos pasados el poder que ejercían los tlatoanis sexenales les permitía pensar que eran dueños y señores de haciendas y vidas, con lo que pretendían tener un control absoluto sobre todos los actos, personas y circunstancia que sucedían o se encontraban en su entorno, prácticamente todo en nuestra nación.

En su momento eran las intervenciones de correspondencia, cartas, escritos, conversaciones en los principales espacios públicos y privados, para ello se hacían ayudar de personas infiltradas, orejas y ojos en todos lados, la gran mayoría agentes de gobernación o ciudadanos a su servicio, que por una paga informaban lo que sucedía, “Hay Pájaros en el alambre decían cuando se intervenían los teléfonos alámbricos.

Siempre en la historia de la humanidad han existido personas que, a cambio de dinero, dádivas, prebendas, intercambian información de otros para que los gobiernos puedan hacer con ella lo que consideren necesario, algunos la usan de manera arbitraria otros para su toma de decisiones, protección, contraataque, al fin y al cabo para lo que la requieran, se trata de actos de espionaje.

Sin duda los tiempos han cambiado y con la ayuda del desarrollo tecnológico las formas de espiar también han evolucionado. Todo esto viene a consideración porque en estos días se ha revelado información de supuestos archivos encontrados en las dependencias gubernamentales federales que dan cuenta de una serie de escuchas ilegales a políticos, activistas, defensores de derechos humanos, periodistas, familiares y amigos de los espiados.

Algo que se encuentra totalmente violando la ley pues las comunicaciones son privadas, de hecho, se trata de un Derecho Fundamental consagrado en la Constitución en su Artículo 16 que prohíbe y sanciona las intervenciones de las comunicaciones privadas, las cuales solo la autoridad puede en algún caso concreto intervenir con una orden judicial y con la debida fundamentación y motivación, tratándose solo de delincuencia organizada.

Pero en este caso tenemos a las autoridades del gobierno federal anterior acusados de hacer este espionaje ilegal, con el uso de un software israelí llamado Pegasus, que compraron aparentemente para el combate a la delincuencia organizada, sin embargo, se hacen acusaciones que fue manipulado para escuchar de manera clandestina a opositores y personajes incomodos.

Por desgracia nada nuevo en nuestro país que se caracterizado en los distintos gobiernos y niveles por el espionaje. Inclusive según un reportaje de la revista Proceso aparecen varios personajes del Estado de México, entre ellos distinguidos militantes del Partido Acción Nacional. Hago un llamado a las autoridades competentes para que investiguen a fondo sobre este vergonzoso acto ilegal y que en su caso se sancionen a los culpables, pero también exijo que el gobierno federal no lo use como un distractor más ante la ineficiencia en su manejo gubernamental que tantos daños nos sigue generando.

@JorgeInzunzaPAN

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