/ sábado 30 de diciembre de 2017

Política en Blanco y Negro

Donald Trump se encuentra cerca de asestar una reforma de gran calado, la misma, proviene de una de sus promesas de campaña más ambiciosas, la REFORMA FISCAL, recordemos que en los últimos días el presidente de los Estados Unidos se ha empecinado en cumplir sus compromisos y pareciera que el camino se va allanado para su siguiente cometido, en esta ocasión, su propuesta de reforma al sistema tributario de los Estados Unidos.

Hace un mes aproximadamente, trascendió que Trump buscaba un recorte a las tasas impositivas de su país, en ese momento se hablaba de la reducción del Impuesto Corporativo de una tasa actual de 35% a un 20% y el impuesto a personas físicas bajaría también a un 35% de un actual 39.5%. El fin de semana pasado, la bancada republicana (partido al que pertenece) dio a conocer finalmente el proyecto de reforma y la intención de aprobarlo como ocurrió, y va a entrar en vigor en una primera etapa, para el 1º enero de 2018.

La principal tendencia de la reforma en comento es la reducción de impuestos de manera general en nuestro vecino del norte, algunos de sus aspectos más remarcables son: La tasa corporativa se situará en 21% (esto dará como resultado un déficit de recaudación en los siguientes 10 años por más de un billón de dólares), el ISR para personas físicas bajará a 37% y se otorgará hasta 20% de deducción a compañías fiscalmente responsables. Se trata efectivamente de una disminución en los impuestos que gravan directamente el ingreso, y obedece a una tendencia de corte mundial.

Ya como nuestro principal socio comercial, Estados Unidos y lo que ocurra con él, es materia de importancia y de repercusión hacia nosotros, en este punto en particular, resalta la posibilidad de una fuga de capital, pues actualmente el ISR en nuestro país posee una tasa del 30%, la cual a razón de los cambios en Estados Unidos nos pondría en desventaja, pues ahora el sector empresarial posee un aliciente para invertir de manera más cómoda en territorio norteamericano o al menos de cambiar el domicilio fiscal de las empresas, esto no pondría en peligro los empleos, pero sí la captación del ISR.

Con un panorama como éste, es obligado el esperar que México tome medidas al respecto sobre su propio aparato tributario, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado por ejemplo, ha enfatizado la necesidad de voltear a ver a los impuestos directos al consumo (IVA) como el camino para robustecer nuestro fisco ante este entorno, otras medidas son sanear las finanzas gubernamentales, y reducir gradualmente el ISR.

El momento de innovar nuestro sistema fiscal ha llegado de la mano de la necesidad nuevamente, México deberá de buscar y encontrar ser competitivo ante estos hechos que ya le ponen en desventaja, ahora mismo la Secretaría de Hacienda trabaja en la estrategia que deberemos seguir, para sortear este panorama, no debe ser sorpresivo que en breve nos encontremos ante una nueva reforma mexicana en este ámbito y que todo esto como se de en medio de un año electoral y de la renegociación del TLC, cuestión que constituye un doble reto.

 

columnaloblancoylonegro@hotmail.com

Donald Trump se encuentra cerca de asestar una reforma de gran calado, la misma, proviene de una de sus promesas de campaña más ambiciosas, la REFORMA FISCAL, recordemos que en los últimos días el presidente de los Estados Unidos se ha empecinado en cumplir sus compromisos y pareciera que el camino se va allanado para su siguiente cometido, en esta ocasión, su propuesta de reforma al sistema tributario de los Estados Unidos.

Hace un mes aproximadamente, trascendió que Trump buscaba un recorte a las tasas impositivas de su país, en ese momento se hablaba de la reducción del Impuesto Corporativo de una tasa actual de 35% a un 20% y el impuesto a personas físicas bajaría también a un 35% de un actual 39.5%. El fin de semana pasado, la bancada republicana (partido al que pertenece) dio a conocer finalmente el proyecto de reforma y la intención de aprobarlo como ocurrió, y va a entrar en vigor en una primera etapa, para el 1º enero de 2018.

La principal tendencia de la reforma en comento es la reducción de impuestos de manera general en nuestro vecino del norte, algunos de sus aspectos más remarcables son: La tasa corporativa se situará en 21% (esto dará como resultado un déficit de recaudación en los siguientes 10 años por más de un billón de dólares), el ISR para personas físicas bajará a 37% y se otorgará hasta 20% de deducción a compañías fiscalmente responsables. Se trata efectivamente de una disminución en los impuestos que gravan directamente el ingreso, y obedece a una tendencia de corte mundial.

Ya como nuestro principal socio comercial, Estados Unidos y lo que ocurra con él, es materia de importancia y de repercusión hacia nosotros, en este punto en particular, resalta la posibilidad de una fuga de capital, pues actualmente el ISR en nuestro país posee una tasa del 30%, la cual a razón de los cambios en Estados Unidos nos pondría en desventaja, pues ahora el sector empresarial posee un aliciente para invertir de manera más cómoda en territorio norteamericano o al menos de cambiar el domicilio fiscal de las empresas, esto no pondría en peligro los empleos, pero sí la captación del ISR.

Con un panorama como éste, es obligado el esperar que México tome medidas al respecto sobre su propio aparato tributario, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado por ejemplo, ha enfatizado la necesidad de voltear a ver a los impuestos directos al consumo (IVA) como el camino para robustecer nuestro fisco ante este entorno, otras medidas son sanear las finanzas gubernamentales, y reducir gradualmente el ISR.

El momento de innovar nuestro sistema fiscal ha llegado de la mano de la necesidad nuevamente, México deberá de buscar y encontrar ser competitivo ante estos hechos que ya le ponen en desventaja, ahora mismo la Secretaría de Hacienda trabaja en la estrategia que deberemos seguir, para sortear este panorama, no debe ser sorpresivo que en breve nos encontremos ante una nueva reforma mexicana en este ámbito y que todo esto como se de en medio de un año electoral y de la renegociación del TLC, cuestión que constituye un doble reto.

 

columnaloblancoylonegro@hotmail.com