/ martes 9 de abril de 2019

Rescate Tierra


Pesos y contrapesos políticos

Cimbró en el escenario nacional el anuncio de que Elba Esther Gordillo contenderá por la dirigencia del SNTE. Después de años en la cárcel, regresa a la búsqueda del poder para influir desde su trinchera, en la toma de decisiones de interés nacional.

Si pensamos en las próximas elecciones intermedias del año 2021, observamos que los tiempos electorales parecen haberse adelantado y existen una serie de movimientos políticos para apalancar a los interesados incrementando sus posibilidades de ganar.

Ya, hay actores en contra de la consulta para revocación de mandato, argumentando que es campaña y, si consideramos que tal consulta se empalma con el proceso electoral, la competencia no será pareja.

El ajedrez político nos involucra en la toma de decisiones públicas, construyendo escenarios a modo, con el argumento de impulsar la cuarta transformación. Sin embargo, los movimientos no están generando equilibrio suficiente en las fuerzas y tiende a favorecer a un solo actor, aparentando que sólo cambió el nombre de la institución, porque la acumulación de poder se trasladó a otras manos.

Es innegable que hubo y aún hay corrupción sin descubrir y limpiar. Soportamos las consecuencias de la estrategia contra los huachicoleros. Contra la destrucción del lago de Texcoco. La formación de la Guardia Nacional. La revisión de los proyectos nacionales con sospecha de esconder corrupción, nos lastima el abuso que se hizo de PEMEX. Hemos visto crecer el crimen organizado y el cinismo hegemónico que protege a los poderosos. Escuchamos la discusión por el aborto, la ideología de género y su legalización, observando que quienes representan al pueblo en las cámaras, atienden más a los cabilderos del poder, qué a los cabilderos del pueblo y les cierran las puertas, para que no sean oídos. Debe haber equilibrio y escucharse las voces y posiciones sobre los temas que afectarán a México y que se escuchen y analicen las propuestas mejores para promover la vida, contra la corrupción, a favor de los valores, de la educación, del amor a la familia, del empleo digno para todos.

En un sistema político de pesos y contrapesos, el freno a una ideología de muerte, es el amor a la vida.

Apenas van 5 meses de la asunción de López Obrador a la presidencia, 8 meses de que las cámaras iniciaran las modificaciones al marco jurídico, para dar sustento a un equilibrio político que no considere a la corrupción como sinónimo de éxito. En ese contexto, el poder requiere de escuchar todas las voces, antes de decidir lo que más conviene a 120 millones de mexicanos.


Pesos y contrapesos políticos

Cimbró en el escenario nacional el anuncio de que Elba Esther Gordillo contenderá por la dirigencia del SNTE. Después de años en la cárcel, regresa a la búsqueda del poder para influir desde su trinchera, en la toma de decisiones de interés nacional.

Si pensamos en las próximas elecciones intermedias del año 2021, observamos que los tiempos electorales parecen haberse adelantado y existen una serie de movimientos políticos para apalancar a los interesados incrementando sus posibilidades de ganar.

Ya, hay actores en contra de la consulta para revocación de mandato, argumentando que es campaña y, si consideramos que tal consulta se empalma con el proceso electoral, la competencia no será pareja.

El ajedrez político nos involucra en la toma de decisiones públicas, construyendo escenarios a modo, con el argumento de impulsar la cuarta transformación. Sin embargo, los movimientos no están generando equilibrio suficiente en las fuerzas y tiende a favorecer a un solo actor, aparentando que sólo cambió el nombre de la institución, porque la acumulación de poder se trasladó a otras manos.

Es innegable que hubo y aún hay corrupción sin descubrir y limpiar. Soportamos las consecuencias de la estrategia contra los huachicoleros. Contra la destrucción del lago de Texcoco. La formación de la Guardia Nacional. La revisión de los proyectos nacionales con sospecha de esconder corrupción, nos lastima el abuso que se hizo de PEMEX. Hemos visto crecer el crimen organizado y el cinismo hegemónico que protege a los poderosos. Escuchamos la discusión por el aborto, la ideología de género y su legalización, observando que quienes representan al pueblo en las cámaras, atienden más a los cabilderos del poder, qué a los cabilderos del pueblo y les cierran las puertas, para que no sean oídos. Debe haber equilibrio y escucharse las voces y posiciones sobre los temas que afectarán a México y que se escuchen y analicen las propuestas mejores para promover la vida, contra la corrupción, a favor de los valores, de la educación, del amor a la familia, del empleo digno para todos.

En un sistema político de pesos y contrapesos, el freno a una ideología de muerte, es el amor a la vida.

Apenas van 5 meses de la asunción de López Obrador a la presidencia, 8 meses de que las cámaras iniciaran las modificaciones al marco jurídico, para dar sustento a un equilibrio político que no considere a la corrupción como sinónimo de éxito. En ese contexto, el poder requiere de escuchar todas las voces, antes de decidir lo que más conviene a 120 millones de mexicanos.