/ martes 3 de mayo de 2022

Rescate Tierra | Agenda fracasada 


Continúa desgranándose la mazorca de cara a la elección presidencial de 2024 con dos previos ejercicios electorales, el de este año 2022 donde se disputarán 6 gubernaturas, y la elección de gobernador en el Estado de México en 2023. Hoy Morena tiene 17 gubernaturas si gana 3 más, tendría 20 de 32 y quiere más, ante el creciente descrédito que acumula con la fallida consulta popular y el intento de reforma electoral.

Pareciera que el esfuerzo de AMLO por marcar agenda, controlar instituciones o desaparecerlas cede paso a una ciudadanía consciente de que las cosas no están saliendo bien para México, con las decisiones tomadas por el preciso en tiempo post pandemia. No ha subido el poder adquisitivo, no hay mayor seguridad, no tenemos generación de energía con combustible no contaminante, siguen perdiéndose empleos, continúan los feminicidios y el abuso infantil, no tenemos aeropuerto funcional, el crimen organizado ha robado la paz al país, la corrupción cambio de color y parece que la violencia disfrazada de paz domina el grupo hegemónico con un equipo de líderes pasivo agresivos. De apariencia tolerante, pero harto intolerantes.

No es fácil gobernar un país, con 127 millones de seres, ni un Estado con más de 17 millones de personas que requieren servicios de salud, transporte, educación, trabajo, medio ambiente sano, administración de recursos naturales de forma sustentable, industria responsable, mafias, asociaciones civiles, feministas, secuestradores, proxenetas, tratantes de personas, y la crítica en ocasiones pareciera injusta. Por ello, cuando observas que ha pesar de haberse detectado una deficiente o equivocada aplicación de acciones de gobierno deformando la eficacia de las políticas públicas y el comportamiento se repite, en lugar de corregirse, entonces comprendes que se falla a propósito, ese es el objetivo fallar, para obligar a los ciudadanos y autoridades a corregir el rumbo a gusto del gobernante y justificar los malos resultados.

Y si, ha propósito se falla, entonces no es error. El resultado obtenido, es el que se desea, para obligar a los actores sociales a reaccionar o mostrar su nivel de parálisis social y apatía política.

El ¿porqué?, puede ser siniestro, dejar que talen zonas boscosas de la reserva maya, porque la venta de los árboles reditúa buen dinero. Permitir se agoten mantos freáticos, porque el negocio de la venta de agua, suple una necesidad básica, dejar que haya asentamientos irregulares en zonas que son lacustres, porque el dinero y negocios que se obtienen no es poco. Hacer caso omiso a la migración a combustibles y vehículos no contaminantes, porque de algo servirá la refinería de “Dos Bocas”.

Quién ira por nosotros para decirle al Capitán del barco, que nos estamos hundiendo. La pobreza, inseguridad, deshonestidad e intolerancia, ya no son excepciones, se están convirtiendo en regla.


Continúa desgranándose la mazorca de cara a la elección presidencial de 2024 con dos previos ejercicios electorales, el de este año 2022 donde se disputarán 6 gubernaturas, y la elección de gobernador en el Estado de México en 2023. Hoy Morena tiene 17 gubernaturas si gana 3 más, tendría 20 de 32 y quiere más, ante el creciente descrédito que acumula con la fallida consulta popular y el intento de reforma electoral.

Pareciera que el esfuerzo de AMLO por marcar agenda, controlar instituciones o desaparecerlas cede paso a una ciudadanía consciente de que las cosas no están saliendo bien para México, con las decisiones tomadas por el preciso en tiempo post pandemia. No ha subido el poder adquisitivo, no hay mayor seguridad, no tenemos generación de energía con combustible no contaminante, siguen perdiéndose empleos, continúan los feminicidios y el abuso infantil, no tenemos aeropuerto funcional, el crimen organizado ha robado la paz al país, la corrupción cambio de color y parece que la violencia disfrazada de paz domina el grupo hegemónico con un equipo de líderes pasivo agresivos. De apariencia tolerante, pero harto intolerantes.

No es fácil gobernar un país, con 127 millones de seres, ni un Estado con más de 17 millones de personas que requieren servicios de salud, transporte, educación, trabajo, medio ambiente sano, administración de recursos naturales de forma sustentable, industria responsable, mafias, asociaciones civiles, feministas, secuestradores, proxenetas, tratantes de personas, y la crítica en ocasiones pareciera injusta. Por ello, cuando observas que ha pesar de haberse detectado una deficiente o equivocada aplicación de acciones de gobierno deformando la eficacia de las políticas públicas y el comportamiento se repite, en lugar de corregirse, entonces comprendes que se falla a propósito, ese es el objetivo fallar, para obligar a los ciudadanos y autoridades a corregir el rumbo a gusto del gobernante y justificar los malos resultados.

Y si, ha propósito se falla, entonces no es error. El resultado obtenido, es el que se desea, para obligar a los actores sociales a reaccionar o mostrar su nivel de parálisis social y apatía política.

El ¿porqué?, puede ser siniestro, dejar que talen zonas boscosas de la reserva maya, porque la venta de los árboles reditúa buen dinero. Permitir se agoten mantos freáticos, porque el negocio de la venta de agua, suple una necesidad básica, dejar que haya asentamientos irregulares en zonas que son lacustres, porque el dinero y negocios que se obtienen no es poco. Hacer caso omiso a la migración a combustibles y vehículos no contaminantes, porque de algo servirá la refinería de “Dos Bocas”.

Quién ira por nosotros para decirle al Capitán del barco, que nos estamos hundiendo. La pobreza, inseguridad, deshonestidad e intolerancia, ya no son excepciones, se están convirtiendo en regla.