/ martes 9 de junio de 2020

Rescate Tierra | México, el héroe y el dragón

Algirdas Greimas, para interpretar la realidad social, utilizó el ejemplo de los cuentos de niños donde la doncella sufre, amenazada por un dragón que representa al villano, con su correspondiente héroe que viene a salvarla. Trasladando el ejemplo a los comportamientos y relaciones sociales donde existen relaciones de poder, todo mundo quiere dominar a alguien, padres a hijos, líderes a representados, empresarios a empleados, jefes a asalariados, matrimonios, asociaciones civiles, servicios de salud, siempre hay alguien cuya autoridad, conocimientos o guía, se imponen para dirigir el rumbo en las actividades en lo económico, político y social.

Actualmente, vivimos a consecuencia del COVID-19 una transformación de las relaciones sociales por la posición de indefensión en que nos sitúa, obligándonos al encierro, para detener y prevenir el contagio de la enfermedad, resquebrajando el empleo, el mercado, las relaciones comerciales, la estabilidad social y hasta las relaciones de familia. La violencia en los hogares se ha incrementado.

Haber sido, de los últimos países en sufrir la pandemia, nos colocó en desequilibrio comercial con naciones que salieron antes de la crisis, comiéndose el mercado, China hoy vende autopartes, que antes proveía México. El confinamiento, igual que a ratones hacinados en una jaula, tenso las relaciones y quizá el número de divorcios se incremente al final del ciclo. Que decir de los empleos, el salario y las relaciones laborales, mientras en otros países protegieron su fuerza laboral, aquí, el sector público y privado, despidieron personal y redujeron sueldos, en tanto el precio de los productos sube, incluyendo a la gasolina, el pollo, el aguacate, el jitomate, la cebolla.

Es fácil emitir mensajes, sin considerar sus repercusiones. Quedarse en casa no es fácil cuando no tienes que comer, cuando tu empleo se ha perdido o quienes deben pagarte, no lo hacen. Hay muchos héroes, trabajadores del sector salud, médicos, enfermeras, anestesiólogos, afanadores, policías, maestros que dan clases, sin importar las condiciones, empleados de fábricas, gobierno, instituciones esenciales y no esenciales.

Al inicio del evento, las proyecciones indicaron que, para fin de año, el 90 por ciento de la población mundial se habría, expuesto. La reacción sanitaria a nivel mundial ya había previsto algo así, pero la infraestructura hospitalaria no fue suficiente, aun así, el número de muertos es mucho menor a lo esperado.

Hoy, tenemos dragones entre nosotros, que aprovechan las circunstancias para lucrar con el dolor. Personas que usan la violencia para desestabilizar gobiernos y etiquetar culpables. Hay héroes entre nosotros, personas que admirar y respetar, porque dejaron todo para servirnos, aunque su vida y patrimonio estaba en juego y por supuesto, hay víctimas, hombres y mujeres que necesitan reconstruir lo que perdieron.

En ese contexto, los mexicanos sabemos unirnos. Trabajar y proponer soluciones en medio de la adversidad a pesar de los dragones que intentan dividirnos, sembrando violencia. Los delincuentes deben ir a la cárcel, no puedes cambiarlos con abrazos. No les interesa el bienestar de México. Les preocupa su propio beneficio, sea placer, dinero o poder. El ego, por encima del amor.