Embriaguez del poder
“La insensatez es hija del poder” expuso Barbara Tuchman en su obra “La marcha de la locura. La sinrazón desde Troya hasta Vietnam”, y David Owen la refiere al explicar el síndrome hybris en el poder, que es la incapacidad para cambiar de dirección “porque ello supondría admitir que se ha cometido un error”. Parece que el equipo del presidente electo cometió un primer error que los equipara con la “mafia del poder” que decían combatir.
Uno de los ejes del mensaje del candidato, Andrés Manuel López Obrador –ahora presidente electo- fue atacar a quienes, desde su óptica, gozaban de privilegios frente a las grandes necesidades del pueblo mexicano. “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre” aseguró en un spot de 2015.
Su estrategia enfatizó excesos y errores de la clase política en el poder y colocó en la percepción pública, la necesidad de cambiar al régimen actual. Uno de esos errores fue la primera aparición de Angélica Rivera, como primera dama, en una de las revistas de celebridades con mayor visibilidad en México y en otras partes del mundo: Hola.
En las secciones de la revista: Celebrities (celebridades), Moda, Belleza, Sociedad, Realeza, Actualidad y Lifestyle (estilo de vida), emplean fotografías bien cuidadas para su publicación, particularmente cuando son portada, como en aquella entrevista: Angélica Rivera, la Primera dama, en la intimidad, de abril de 2013.
En esa época, la evaluación del presidente, Enrique Peña Nieto, estuvo en el punto más alto de aceptación: 62 por ciento de los mexicanos –de acuerdo con Parametría- calificaban como positiva su gestión.
La entrevista dio pie a lo que se conoció, en noviembre de 2014, como el escándalo de “la casa blanca” –a partir de una investigación periodística del equipo de Carmen Aristegui- y significó un impacto negativo, que recientemente el presidente Peña Nieto reconoció como uno de los temas que “marcó” a su administración.
Ahora, César Yáñez Centeno Cabrera, comunicólogo que ha acompañado a López Obrador desde hace casi dos décadas y uno de los hombres más influyentes con el presidente electo, no pudo resistirse y –como explica David Owen en su libro “En el poder y en la enfermedad”- parece que cayó en “la embriaguez del poder”, al publicitar su boda en la revista Hola, en 19 páginas.
La revista Proceso le dedicó su reportaje principal: “El irresistible encanto de la frivolidad”, y en el interior lo titula: “Un desliz aristocrático en el entorno juarista”. Error que obligó al propio presidente electo a salir al paso de las críticas. Todo comunica, sin duda.
PERCEPCIÓN
Felicidades a Igor Vivero Ávila. Un éxito la presentación de su novela “El observador”, en la Feria Internacional del Libro Estado de México. Narrativa clara, sencilla y directa.
