/ lunes 9 de octubre de 2017

#TodoComunica

Apenas 24 por ciento de las personas considera que se va “en buena dirección”, 70 por ciento señala que quien los dirige no es una persona racional y la mayoría de la población lo cree “deshonesto y mal líder”. Del total de los ciudadanos, 67 por ciento rechaza su desempeño. El “líder” ha perdido respaldo y ya no existe confianza en su manera de dirigir.

La experiencia ha demostrado que decidir a partir de estereotipos –etiquetas rápidas y superficiales que se otorgan a las personas, a las circunstancias o incluso a los objetos- no da buenos resultados. Es fundamental conocer más a fondo los detalles e información de aquellas personas con quienes establecemos relaciones, sobre todo cuando se trata de otorgarles autoridad.

Líderes como Benito Juárez, Mahatma Gandhi, Margaret Thatcher, Martin Luther King, Lázaro Cárdenas del Río, John F. Kennedy y muchos más a lo largo de la historia, no eran personas con súper poderes, pero tuvieron la capacidad para encabezar transformaciones históricas y enfrentar circunstancias adversas con el respaldo de mucha gente.

El liderazgo es, en estricto sentido, una actividad que le corresponde desarrollar a una persona. Es la habilidad para orientar la acción de grupos de personas en una dirección determinada, inspirando valores de acción y anticipando escenarios de desarrollo para ese grupo humano.

Un líder establece claramente directivas, fija objetivos y prioridades, y las comunica. Debe transmitir energía y contagiar el resto de su grupo. Un líder motiva e inspira confianza. Muestra coraje para defender o llevar a cabo creencias, ideas y proyectos. Maneja el cambio para asegurar competitividad y efectividad a largo plazo.

Sobre todo en situaciones complicadas se muestra el liderazgo, porque debe tenerse la habilidad de plantear abiertamente los conflictos para optimizar la calidad de las decisiones y sostener la efectividad de la organización, empresa, entidad o nación entera. Un líder decide, pero no de manera arbitraria, sino en coordinación con su grupo.

Mucho del liderazgo se sostiene en la capacidad para comunicar, tanto lo positivo, como lo difícil o incluso lo negativo. El liderazgo no puede realizarse en la sombra, pero tampoco significa que el liderazgo solamente sea reflector y espectacularidad.

Es así que los datos que referí al inicio, de la encuesta de AP-NORC (alianza estratégica entre la agencia global de noticias Associated Press y la Universidad de Chicago, Estados Unidos, para la investigación de asuntos públicos) las condiciones de Donald Trump no son las más favorables con respecto al apoyo y respaldo de los norteamericanos.

El tener un cargo directivo o de alta responsabilidad -en el sector público o privado-, no significa que de manera automática se adquieren los atributos de liderazgo. Puede existir autoridad sin liderazgo.

Percepción

El Decálogo de Acciones Inmediatas en Materia de Seguridad que anunció el gobernador Alfredo del Mazo para el Estado de México, será una de las políticas públicas que más expectativa generará. Los resultados palpables en la calle serán el mensaje más contundente y claro.

Tuiter: @RJoyaC

Apenas 24 por ciento de las personas considera que se va “en buena dirección”, 70 por ciento señala que quien los dirige no es una persona racional y la mayoría de la población lo cree “deshonesto y mal líder”. Del total de los ciudadanos, 67 por ciento rechaza su desempeño. El “líder” ha perdido respaldo y ya no existe confianza en su manera de dirigir.

La experiencia ha demostrado que decidir a partir de estereotipos –etiquetas rápidas y superficiales que se otorgan a las personas, a las circunstancias o incluso a los objetos- no da buenos resultados. Es fundamental conocer más a fondo los detalles e información de aquellas personas con quienes establecemos relaciones, sobre todo cuando se trata de otorgarles autoridad.

Líderes como Benito Juárez, Mahatma Gandhi, Margaret Thatcher, Martin Luther King, Lázaro Cárdenas del Río, John F. Kennedy y muchos más a lo largo de la historia, no eran personas con súper poderes, pero tuvieron la capacidad para encabezar transformaciones históricas y enfrentar circunstancias adversas con el respaldo de mucha gente.

El liderazgo es, en estricto sentido, una actividad que le corresponde desarrollar a una persona. Es la habilidad para orientar la acción de grupos de personas en una dirección determinada, inspirando valores de acción y anticipando escenarios de desarrollo para ese grupo humano.

Un líder establece claramente directivas, fija objetivos y prioridades, y las comunica. Debe transmitir energía y contagiar el resto de su grupo. Un líder motiva e inspira confianza. Muestra coraje para defender o llevar a cabo creencias, ideas y proyectos. Maneja el cambio para asegurar competitividad y efectividad a largo plazo.

Sobre todo en situaciones complicadas se muestra el liderazgo, porque debe tenerse la habilidad de plantear abiertamente los conflictos para optimizar la calidad de las decisiones y sostener la efectividad de la organización, empresa, entidad o nación entera. Un líder decide, pero no de manera arbitraria, sino en coordinación con su grupo.

Mucho del liderazgo se sostiene en la capacidad para comunicar, tanto lo positivo, como lo difícil o incluso lo negativo. El liderazgo no puede realizarse en la sombra, pero tampoco significa que el liderazgo solamente sea reflector y espectacularidad.

Es así que los datos que referí al inicio, de la encuesta de AP-NORC (alianza estratégica entre la agencia global de noticias Associated Press y la Universidad de Chicago, Estados Unidos, para la investigación de asuntos públicos) las condiciones de Donald Trump no son las más favorables con respecto al apoyo y respaldo de los norteamericanos.

El tener un cargo directivo o de alta responsabilidad -en el sector público o privado-, no significa que de manera automática se adquieren los atributos de liderazgo. Puede existir autoridad sin liderazgo.

Percepción

El Decálogo de Acciones Inmediatas en Materia de Seguridad que anunció el gobernador Alfredo del Mazo para el Estado de México, será una de las políticas públicas que más expectativa generará. Los resultados palpables en la calle serán el mensaje más contundente y claro.

Tuiter: @RJoyaC