/ lunes 17 de mayo de 2021

#TodoComunica | El reto educativo: más allá de aplicar vacunas

El avance en la vacunación del personal docente y administrativo de planteles de nivel básico, medio superior y superior en el Estado de México, así como de adultos mayores de 60 años -con más de 2 millones 600 mil vacunas aplicadas- perfila el retorno a actividades presenciales, así como el fortalecimiento de las actividades económicas, por la movilidad que detonan las labores escolares.

El pasado fin de semana, en la conmemoración del Día del Maestro -que debería denominarse: Día de la Docencia, para evitar la connotación exclusivamente masculina- se reconoció la capacidad de adaptación de maestras y maestros, al ajustar sus modelos de enseñanza y dinámicas de trabajo, que permitieron mantener la actividad escolar para la mayoría de las y los estudiantes mexiquenses.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), casi la mitad de los educandos del mundo “siguen afectados por el cierre parcial o total de las escuelas”, y más de 100 millones de niñas y niños no alcanzarán el nivel mínimo de lectura, como consecuencia de la pandemia decretada en marzo de 2020.

Actualmente, 24 países -entre ellos México- siguen con cierres totales de sus actividades educativas presenciales. Al respecto, la UNESCO alertó que “es clave fortalecer los recursos de información para entender los efectos de la pandemia, dimensionar el alcance e impacto de las medidas llevadas adelante y planificar el retorno a la presencialidad”.

Hace dos semanas, la UNESCO advirtió que es urgente construir un rápido diagnóstico de la situación que se vive en el ámbito educativo de América Latina y El Caribe, para actuar en consecuencia, por lo que hizo un llamado para “proteger e incluso ampliar la inversión educativa de manera oportuna y eficiente”, a fin de reducir los impactos actuales y futuros de la pandemia en la educación.

En la Reunión Mundial de Educación sobre el escenario post-COVID-19, se enfatizó la necesidad de aumentar o mantener la participación del gasto público en educación, en al menos 4 y 6 por ciento del Producto Interno Bruto o del 15 al 20 por ciento del gasto. En América Latina el promedio de inversión del PIB en educación se ubica entre 0.6 y 0.7 por ciento, muy por debajo del 3 y 4 por ciento en países desarrollados.

Por ello, es urgente que -con precisión y con los recursos suficientes que preserven la salud de la comunidad- se planifique la renovación de nuestro modelo educativo, porque además de disminuir el rezago que ya teníamos como país, habrá que contrarrestar el impacto provocado por la pandemia. Fortalecer nuestro sistema educativo va más allá de aplicar vacunas.

PERCEPCIÓN

Ahora viene la etapa para superar los desafíos latentes y emergentes de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC


El avance en la vacunación del personal docente y administrativo de planteles de nivel básico, medio superior y superior en el Estado de México, así como de adultos mayores de 60 años -con más de 2 millones 600 mil vacunas aplicadas- perfila el retorno a actividades presenciales, así como el fortalecimiento de las actividades económicas, por la movilidad que detonan las labores escolares.

El pasado fin de semana, en la conmemoración del Día del Maestro -que debería denominarse: Día de la Docencia, para evitar la connotación exclusivamente masculina- se reconoció la capacidad de adaptación de maestras y maestros, al ajustar sus modelos de enseñanza y dinámicas de trabajo, que permitieron mantener la actividad escolar para la mayoría de las y los estudiantes mexiquenses.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), casi la mitad de los educandos del mundo “siguen afectados por el cierre parcial o total de las escuelas”, y más de 100 millones de niñas y niños no alcanzarán el nivel mínimo de lectura, como consecuencia de la pandemia decretada en marzo de 2020.

Actualmente, 24 países -entre ellos México- siguen con cierres totales de sus actividades educativas presenciales. Al respecto, la UNESCO alertó que “es clave fortalecer los recursos de información para entender los efectos de la pandemia, dimensionar el alcance e impacto de las medidas llevadas adelante y planificar el retorno a la presencialidad”.

Hace dos semanas, la UNESCO advirtió que es urgente construir un rápido diagnóstico de la situación que se vive en el ámbito educativo de América Latina y El Caribe, para actuar en consecuencia, por lo que hizo un llamado para “proteger e incluso ampliar la inversión educativa de manera oportuna y eficiente”, a fin de reducir los impactos actuales y futuros de la pandemia en la educación.

En la Reunión Mundial de Educación sobre el escenario post-COVID-19, se enfatizó la necesidad de aumentar o mantener la participación del gasto público en educación, en al menos 4 y 6 por ciento del Producto Interno Bruto o del 15 al 20 por ciento del gasto. En América Latina el promedio de inversión del PIB en educación se ubica entre 0.6 y 0.7 por ciento, muy por debajo del 3 y 4 por ciento en países desarrollados.

Por ello, es urgente que -con precisión y con los recursos suficientes que preserven la salud de la comunidad- se planifique la renovación de nuestro modelo educativo, porque además de disminuir el rezago que ya teníamos como país, habrá que contrarrestar el impacto provocado por la pandemia. Fortalecer nuestro sistema educativo va más allá de aplicar vacunas.

PERCEPCIÓN

Ahora viene la etapa para superar los desafíos latentes y emergentes de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC