/ lunes 5 de octubre de 2020

#TodoComunica | Normalizamos lo anormal

La narrativa y las acciones realizadas por el gobierno –en distintos niveles- siguen mostrando contradicciones importantes: por un lado se advierte que la pandemia por Covid-19 no ha cesado e incluso que se puede regresar a semáforo rojo, y por otra parte se hacen recomendaciones para el “regreso seguro”, se plantea la forma de “reiniciar operaciones” y se autorizan actividades productivas y de esparcimiento.

Al observar en las calles, en los espacios públicos, en centros comerciales, es notorio que las personas empleamos cubrebocas –porque en muchos lugares es requisito para ingresar-, pero el cuidado empieza a relajarse. Las reuniones sociales son más frecuentes y en ellas, el uso de cubrebocas se deja de lado, porque estamos “con gente de confianza”.

Se ha generado la percepción –riesgosa- de que es “normal” la enfermedad. Así como nos hemos acostumbrado a los homicidios, feminicidios, desapariciones, ejecuciones, actos de corrupción, entre otras disfuncionalidades que ocurren actualmente, estamos normalizando el Covid-19.

Es más fácil que identifiquemos algo que no está bien o normal cuando el mal-estar- se produce repentinamente –como ocurrió al inicio de la pandemia en México, entre febrero y marzo de este año-, pero si lo que está mal se acumula poco a poco, “a cuenta gotas”, vamos normalizando lo irregular.

Y eso es lo que ha sucedido: diariamente se dan a conocer las cifras de la pandemia en México: más de 757 mil casos confirmados y 78 mil 880 muertes, hasta el pasado 3 de octubre, y ya nos dijeron que habrá convivencias del Covid-19 con otros virus: “Covid-dengue” y “Covid-influenza”.

Se ha “normalizado” –aunque sea doloroso para las familias- saber que alguien cercano está contagiado o ha perdido la vida a causa del virus, y en buena medida es por la percepción generada al afirmar que la pandemia se controló.

Contradictoriamente, en el ámbito federal, la Secretaría de la Función Pública anunció que continuará el trabajo remoto hasta el 4 de enero de 2021 en actividades no esenciales, y la Secretaría de Salud reconoció que existe la posibilidad de regresar al semáforo rojo que obligue el confinamiento. La Organización Mundial de la Salud advirtió que la pandemia no ha cesado, al haberse alcanzado 34.5 millones de casos de coronavirus.

Es así que evitar más contagios –el propio y el de nuestra familia- sigue siendo una responsabilidad individual. Si no atendemos las recomendaciones y no comprendemos que la enfermedad está activa, lamentablemente habrá más muertes por Covid-19 y eso -de ninguna forma- es “normal”.

PERCEPCIÓN

En breve, desde la Federación, habrá más acciones y noticias relacionadas con la llamada “Estafa Maestra”. El trabajo periodístico no alcanzó la profundidad que tienen los hechos relacionados.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC

La narrativa y las acciones realizadas por el gobierno –en distintos niveles- siguen mostrando contradicciones importantes: por un lado se advierte que la pandemia por Covid-19 no ha cesado e incluso que se puede regresar a semáforo rojo, y por otra parte se hacen recomendaciones para el “regreso seguro”, se plantea la forma de “reiniciar operaciones” y se autorizan actividades productivas y de esparcimiento.

Al observar en las calles, en los espacios públicos, en centros comerciales, es notorio que las personas empleamos cubrebocas –porque en muchos lugares es requisito para ingresar-, pero el cuidado empieza a relajarse. Las reuniones sociales son más frecuentes y en ellas, el uso de cubrebocas se deja de lado, porque estamos “con gente de confianza”.

Se ha generado la percepción –riesgosa- de que es “normal” la enfermedad. Así como nos hemos acostumbrado a los homicidios, feminicidios, desapariciones, ejecuciones, actos de corrupción, entre otras disfuncionalidades que ocurren actualmente, estamos normalizando el Covid-19.

Es más fácil que identifiquemos algo que no está bien o normal cuando el mal-estar- se produce repentinamente –como ocurrió al inicio de la pandemia en México, entre febrero y marzo de este año-, pero si lo que está mal se acumula poco a poco, “a cuenta gotas”, vamos normalizando lo irregular.

Y eso es lo que ha sucedido: diariamente se dan a conocer las cifras de la pandemia en México: más de 757 mil casos confirmados y 78 mil 880 muertes, hasta el pasado 3 de octubre, y ya nos dijeron que habrá convivencias del Covid-19 con otros virus: “Covid-dengue” y “Covid-influenza”.

Se ha “normalizado” –aunque sea doloroso para las familias- saber que alguien cercano está contagiado o ha perdido la vida a causa del virus, y en buena medida es por la percepción generada al afirmar que la pandemia se controló.

Contradictoriamente, en el ámbito federal, la Secretaría de la Función Pública anunció que continuará el trabajo remoto hasta el 4 de enero de 2021 en actividades no esenciales, y la Secretaría de Salud reconoció que existe la posibilidad de regresar al semáforo rojo que obligue el confinamiento. La Organización Mundial de la Salud advirtió que la pandemia no ha cesado, al haberse alcanzado 34.5 millones de casos de coronavirus.

Es así que evitar más contagios –el propio y el de nuestra familia- sigue siendo una responsabilidad individual. Si no atendemos las recomendaciones y no comprendemos que la enfermedad está activa, lamentablemente habrá más muertes por Covid-19 y eso -de ninguna forma- es “normal”.

PERCEPCIÓN

En breve, desde la Federación, habrá más acciones y noticias relacionadas con la llamada “Estafa Maestra”. El trabajo periodístico no alcanzó la profundidad que tienen los hechos relacionados.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC