/ viernes 5 de marzo de 2021

Vox Populi | El desapego con los partidos tradicionales


MC puede convertirse en el partido cacha votos, como la mejor opción para votar para los desilusionados con el sistema de partidos, tal como lo consiguió en Jalisco que representa un auténtico bastión electoral, y con perspectivas de crecimiento en Nuevo León y ciudades importantes del país. Sin embargo, ha dejado vacíos importantes en entidades clave como el Estado de México. A excepción de Neza, en la mayoría de los municipios, MC no cuenta con liderazgos competitivos para aprovechar su diferencial positivo en imagen, y así desafiar a Morena y a los partidos integrantes de la coalición “Va por México”.


Uno de los encuestadores más exitosos en la década de los 70s fue Pat Cadell, conocido por ser asesor principal del entonces Presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter. Cadell advertía que una de las claves de campaña era identificar a segmentos desalineados con los partidos tradicionales, quienes se encuentren mayormente desafectos con la política, insatisfechos con el estatus quo. La insatisfacción con la democracia en general es una tendencia de las últimas décadas. Asimismo el desapego hacia los partidos tradicionales ha abierto la puerta del realineamiento electoral en diversas latitudes.


En la última década, el surgimiento de Podemos en España, Morena en México son evidencia de un proceso de cambio político en el que segmentos de ciudadanos desilusionados con los partidos tradicionales han sido atraídos por partidos nuevos, respaldados por movimientos emergentes.


De acuerdo a resultados de la encuesta de Buendía y Marquéz (www.buendiaymarquez.org), los partidos más añejos registran las opiniones negativas más altas. Los integrantes de la “Alianza Va por México” registran los saldos más negativos. Este diferencial es producto de opiniones positivas y negativas que la población mexicana asigna a los partidos. El PRI es el que registra más negativos: 23 puntos de opinión positiva, 58 de negativa, y un saldo de -35, seguido por el PAN con -17, y PRD con -12.


De cara al próximo proceso electoral, Morena aventaja a la oposición tradicional en una proporción de cuando menos 2 a 1. El capital político con el que cuenta AMLO y el partido gobernante es respaldado por el saldo de opiniones positivas a favor de Morena. De acuerdo a la citada medición, cuenta con 55 puntos de opinión positiva, y 24 de negativa para un saldo de +31. Le sigue, Movimiento Ciudadano que registra 36 positivos, y 21 negativos, para un saldo de +15.


Los partidos aliados de AMLO igualmente son beneficiados, y registran saldos positivos: PT con +9 y PV+7, así como los nuevos partidos: PES +8, Fuerza por México +7, y Redes Sociales Progresistas con +5. Movimiento Ciudadano, es el único partido no aliado de AMLO que cuenta con diferencial positivo, y que podría crecer en algunas regiones del país de cara al próximo proceso electoral de 2021.


En un contexto de polarización y atomización electoral, el coordinador del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) en el Senado, Dante Delgado, arremetió contra AMLO advirtiendo que el mandatario “construyó la oposición” que conviene a sus intereses, pero no la que necesita el país. El fundador de este partido, trata de desacreditar a la coalición “Va por México”, para posicionarse estratégicamente como el partido que intenta atraer a los desilusionados con Morena, pero también con los tradicionales.


MC puede convertirse en el partido cacha votos, como la mejor opción para votar para los desilusionados con el sistema de partidos, tal como lo consiguió en Jalisco que representa un auténtico bastión electoral, y con perspectivas de crecimiento en Nuevo León y ciudades importantes del país. Sin embargo, ha dejado vacíos importantes en entidades clave como el Estado de México. A excepción de Neza, donde competirá con el ex candidato a Gobernador, Juan Zepeda como candidato a Alcalde, en la mayoría de los municipios, MC no cuenta con liderazgos competitivos para aprovechar su diferencial positivo en imagen, y así aprovechar el desapego de los ciudadanos con los partidos tradicionales.


MC puede convertirse en el partido cacha votos, como la mejor opción para votar para los desilusionados con el sistema de partidos, tal como lo consiguió en Jalisco que representa un auténtico bastión electoral, y con perspectivas de crecimiento en Nuevo León y ciudades importantes del país. Sin embargo, ha dejado vacíos importantes en entidades clave como el Estado de México. A excepción de Neza, en la mayoría de los municipios, MC no cuenta con liderazgos competitivos para aprovechar su diferencial positivo en imagen, y así desafiar a Morena y a los partidos integrantes de la coalición “Va por México”.


Uno de los encuestadores más exitosos en la década de los 70s fue Pat Cadell, conocido por ser asesor principal del entonces Presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter. Cadell advertía que una de las claves de campaña era identificar a segmentos desalineados con los partidos tradicionales, quienes se encuentren mayormente desafectos con la política, insatisfechos con el estatus quo. La insatisfacción con la democracia en general es una tendencia de las últimas décadas. Asimismo el desapego hacia los partidos tradicionales ha abierto la puerta del realineamiento electoral en diversas latitudes.


En la última década, el surgimiento de Podemos en España, Morena en México son evidencia de un proceso de cambio político en el que segmentos de ciudadanos desilusionados con los partidos tradicionales han sido atraídos por partidos nuevos, respaldados por movimientos emergentes.


De acuerdo a resultados de la encuesta de Buendía y Marquéz (www.buendiaymarquez.org), los partidos más añejos registran las opiniones negativas más altas. Los integrantes de la “Alianza Va por México” registran los saldos más negativos. Este diferencial es producto de opiniones positivas y negativas que la población mexicana asigna a los partidos. El PRI es el que registra más negativos: 23 puntos de opinión positiva, 58 de negativa, y un saldo de -35, seguido por el PAN con -17, y PRD con -12.


De cara al próximo proceso electoral, Morena aventaja a la oposición tradicional en una proporción de cuando menos 2 a 1. El capital político con el que cuenta AMLO y el partido gobernante es respaldado por el saldo de opiniones positivas a favor de Morena. De acuerdo a la citada medición, cuenta con 55 puntos de opinión positiva, y 24 de negativa para un saldo de +31. Le sigue, Movimiento Ciudadano que registra 36 positivos, y 21 negativos, para un saldo de +15.


Los partidos aliados de AMLO igualmente son beneficiados, y registran saldos positivos: PT con +9 y PV+7, así como los nuevos partidos: PES +8, Fuerza por México +7, y Redes Sociales Progresistas con +5. Movimiento Ciudadano, es el único partido no aliado de AMLO que cuenta con diferencial positivo, y que podría crecer en algunas regiones del país de cara al próximo proceso electoral de 2021.


En un contexto de polarización y atomización electoral, el coordinador del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) en el Senado, Dante Delgado, arremetió contra AMLO advirtiendo que el mandatario “construyó la oposición” que conviene a sus intereses, pero no la que necesita el país. El fundador de este partido, trata de desacreditar a la coalición “Va por México”, para posicionarse estratégicamente como el partido que intenta atraer a los desilusionados con Morena, pero también con los tradicionales.


MC puede convertirse en el partido cacha votos, como la mejor opción para votar para los desilusionados con el sistema de partidos, tal como lo consiguió en Jalisco que representa un auténtico bastión electoral, y con perspectivas de crecimiento en Nuevo León y ciudades importantes del país. Sin embargo, ha dejado vacíos importantes en entidades clave como el Estado de México. A excepción de Neza, donde competirá con el ex candidato a Gobernador, Juan Zepeda como candidato a Alcalde, en la mayoría de los municipios, MC no cuenta con liderazgos competitivos para aprovechar su diferencial positivo en imagen, y así aprovechar el desapego de los ciudadanos con los partidos tradicionales.