/ sábado 14 de agosto de 2021

Vox Populi | La tercera ola

La más reciente encuesta de Gallup (agosto) en Estados Unidos advierte de una creciente preocupación de la opinión pública por la variante Delta. Por primera ocasión desde enero, mes en el que se registró la mayor letalidad, los pesimistas, es decir aquellos que creen que la situación del coronavirus puede empeorar (45%) han superado a los optimistas (40%). En México, ante el anuncio del regreso a clases presencial para fin de mes, 52% de la población mayor de 18 años de la CDMX advierten que la tercera ola es más grave que las anteriores (El Financiero, 7 de agosto).

La vacunación es la principal herramienta para combatir la pandemia, y ayudará a disminuir los efectos de la pandemia y sus variantes. La evidencia de recibir la vacuna muestra que si te contagias, evitas el riesgo de hospitalización. Por el contrario, en las últimas semanas, quienes han enfermado gravemente son personas no vacunadas.

En México, alrededor del 40% de la población total ha recibido al menos una dosis, y 25% ya cuenta con la vacunación completa. En Estados Unidos, la población que ha recibido una dosis alcanza el 70%, y la vacunación completa la tiene el 50%. Lo que es común en la mayoría de las sociedades, es el porcentaje de población que no quiere vacunarse por distintas creencias que se ubica en alrededor del 20%. Conforme la pandemia se ha alargado, quienes rechazan las vacunas han disminuido. Por ejemplo, de acuerdo a Gary Langer, coordinador del monitoreo de opinión pública sobre el COVID, en los primeros meses de la pandemia, quienes no pretendían vacunarse registraban más del 30%, para situarse en 17 % en las últimas mediciones.

Entre los razones por los que la gente no se quiere vacunar destacan la desconfianza, miedo a las secuelas de una vacuna emergente y que consideran aun no esta lista. También hay quienes creen que el coronavirus no existe, aunque este es un porcentaje menor de alrededor del 2% de la población.

La gravedad de la pandemia, y la tercera ola están agudizando la polarización y la polémica sobre las preferencias y la libertad individual, al grado que en algunas sociedades se comenzará a exigir un certificado de vacunación para transitar y acceder a determinados espacios públicos.

Otro de los temas polémicos es la centralización del proceso de vacunación. Han comenzado a surgir críticas que apuntan a que la vacunación se puede acelerar, pero que esto no ha sido posible porque la vacunación se ha centralizado en la secretaría de salud federal, y con ello se ha desestimado la capacidad instalada de estados y municipios, para vacunar más rápido y persuadir a poblaciones específicas de ser vacunadas. Nos encontramos en una batalla contra el tiempo, para vacunar lo más rápido posible, y para beneficio de todos, las opciones deben ser evaluadas.

Los contagios continúan subiendo hasta alcanzar máximos históricos con alrededor de 25 mil contagios diarios, cifra nunca antes vista en la pandemia. Independiemente de si estas vacunado o no, estamos obligados a continuar con las las medidas preventivas del uso de cubrebocas, la sana distancia, uso de gel y evitar los espacios cerrados para realizar reuniones.


La más reciente encuesta de Gallup (agosto) en Estados Unidos advierte de una creciente preocupación de la opinión pública por la variante Delta. Por primera ocasión desde enero, mes en el que se registró la mayor letalidad, los pesimistas, es decir aquellos que creen que la situación del coronavirus puede empeorar (45%) han superado a los optimistas (40%). En México, ante el anuncio del regreso a clases presencial para fin de mes, 52% de la población mayor de 18 años de la CDMX advierten que la tercera ola es más grave que las anteriores (El Financiero, 7 de agosto).

La vacunación es la principal herramienta para combatir la pandemia, y ayudará a disminuir los efectos de la pandemia y sus variantes. La evidencia de recibir la vacuna muestra que si te contagias, evitas el riesgo de hospitalización. Por el contrario, en las últimas semanas, quienes han enfermado gravemente son personas no vacunadas.

En México, alrededor del 40% de la población total ha recibido al menos una dosis, y 25% ya cuenta con la vacunación completa. En Estados Unidos, la población que ha recibido una dosis alcanza el 70%, y la vacunación completa la tiene el 50%. Lo que es común en la mayoría de las sociedades, es el porcentaje de población que no quiere vacunarse por distintas creencias que se ubica en alrededor del 20%. Conforme la pandemia se ha alargado, quienes rechazan las vacunas han disminuido. Por ejemplo, de acuerdo a Gary Langer, coordinador del monitoreo de opinión pública sobre el COVID, en los primeros meses de la pandemia, quienes no pretendían vacunarse registraban más del 30%, para situarse en 17 % en las últimas mediciones.

Entre los razones por los que la gente no se quiere vacunar destacan la desconfianza, miedo a las secuelas de una vacuna emergente y que consideran aun no esta lista. También hay quienes creen que el coronavirus no existe, aunque este es un porcentaje menor de alrededor del 2% de la población.

La gravedad de la pandemia, y la tercera ola están agudizando la polarización y la polémica sobre las preferencias y la libertad individual, al grado que en algunas sociedades se comenzará a exigir un certificado de vacunación para transitar y acceder a determinados espacios públicos.

Otro de los temas polémicos es la centralización del proceso de vacunación. Han comenzado a surgir críticas que apuntan a que la vacunación se puede acelerar, pero que esto no ha sido posible porque la vacunación se ha centralizado en la secretaría de salud federal, y con ello se ha desestimado la capacidad instalada de estados y municipios, para vacunar más rápido y persuadir a poblaciones específicas de ser vacunadas. Nos encontramos en una batalla contra el tiempo, para vacunar lo más rápido posible, y para beneficio de todos, las opciones deben ser evaluadas.

Los contagios continúan subiendo hasta alcanzar máximos históricos con alrededor de 25 mil contagios diarios, cifra nunca antes vista en la pandemia. Independiemente de si estas vacunado o no, estamos obligados a continuar con las las medidas preventivas del uso de cubrebocas, la sana distancia, uso de gel y evitar los espacios cerrados para realizar reuniones.