/ sábado 17 de octubre de 2020

Vox Populi | Morena: encuesta o manotazo

En su corta historia de 5 años, Morena puede ser calificada como un gran éxito electoral, pero también como un fracaso organizacional porque no ha sido capaz de generar acuerdos para renovar su dirigencia. La Presidencia del partido ha sido ocupada por tres personajes. Andrés Manuel López Obrador, fundador y Presidente entre 2015 y 2017, Yeidckol Polevnsky 2017-2020, y Alfonso Ramirez Cuellar en 2020. Después del triunfo electoral, comenzó a aflorar el tribalismo como principal reto partidista: mantener unidas a las corrientes para renovar la dirigencia con civilidad y unidad. La elección de Morena se ha visto empañada por falta de acuerdos, descalificaciones, reclamos y denuncias por inequidades en el proceso interno. En las próximas semanas, Morena se enfrenta a la disyuntiva de elegir con civilidad política a su dirigencia nacional o esperar el manotazo que ponga orden en la mesa.

Durante 2019, la desconfianza sobre el padrón de militantes fue uno de los obstáculos para elegir a su dirigente, lo que dio paso a fuertes acusaciones sobre la gestión de Yeidckol Polevnsky. Recientemente, el Tribunal Electoral Federal (TEPJF) mandato al Instituto Nacional Electoral (INE) para realizar una serie de encuestas para elegir a la dirigencia de Morena. Con las limitaciones técnicas y políticas, la encuesta fue aprobada como el método para elegir dirigente.

A la primera convocatoria, se inscribieron alrededor de 74 aspirantes. La primera ronda de encuestas tuvo la finalidad de reducir el número, bajo el criterio del reconocimiento social. En esta etapa destaco el nivel de posicionamiento de personajes como Muñoz Ledo que registro una ventaja de 2 a 1 sobre su más cercano adversario.

Para la segunda ronda de encuestas, el criterio cambio del posicionamiento personal a la preferencia efectiva. De acuerdo a los resultados de las empresas contratadas por el INE , Muñoz Ledo obtuvo el 25.34% de las preferencias, contra el 25.29% de Delgado, marcando así un empate técnico. La mujer con mayor porcentaje fue la senadora Citlali Hernandez, quien por cuota de genero pasará a ocupar la Secretaria General del partido. Es importante destacar que el método de encuesta muestral estima preferencias basado en intervalos de confianza y márgenes de error, no cuenta votos. La encuesta tiene limites metodológicos para identificar un ganador contundente en escenarios sumamente competidos como el caso citado.

El empate técnico, dio pauta a una tercera ronda de desempate entre los principales competidores. Por un lado, Delgado representa la cohesión entre Ebrard y Monreal, en tanto que Muñoz Ledo juega el rol antisistema de la película, es el outsider que desafía al establishment partidista, probablemente visto con buenos ojos por corrientes como la de Claudia Sheinbaum.

De cara a la tercera ronda que se realizará entre el 16 y el 22 de octubre, se advierten riesgos que rebasan los limites de la encuesta. Si los resultados son similares al empate de la segunda ronda, no será posible declararlo ganador y dirigente nacional de Morena. Sería deseable que el puntero registre una clara ventaja. Asimismo, si los actores políticos en cuestión no son capaces de aceptar los resultados de la encuesta, el proceso interno quedará desacreditado. La consolidación de Morena se dirime en transitar por la civilidad y madurez para aceptar los resultados electorales o la amenaza del manotazo para poner orden en la mesa, y salomonicamente salvar un proceso caracterizado por las descalificaciones y desacuerdos internos.

En su corta historia de 5 años, Morena puede ser calificada como un gran éxito electoral, pero también como un fracaso organizacional porque no ha sido capaz de generar acuerdos para renovar su dirigencia. La Presidencia del partido ha sido ocupada por tres personajes. Andrés Manuel López Obrador, fundador y Presidente entre 2015 y 2017, Yeidckol Polevnsky 2017-2020, y Alfonso Ramirez Cuellar en 2020. Después del triunfo electoral, comenzó a aflorar el tribalismo como principal reto partidista: mantener unidas a las corrientes para renovar la dirigencia con civilidad y unidad. La elección de Morena se ha visto empañada por falta de acuerdos, descalificaciones, reclamos y denuncias por inequidades en el proceso interno. En las próximas semanas, Morena se enfrenta a la disyuntiva de elegir con civilidad política a su dirigencia nacional o esperar el manotazo que ponga orden en la mesa.

Durante 2019, la desconfianza sobre el padrón de militantes fue uno de los obstáculos para elegir a su dirigente, lo que dio paso a fuertes acusaciones sobre la gestión de Yeidckol Polevnsky. Recientemente, el Tribunal Electoral Federal (TEPJF) mandato al Instituto Nacional Electoral (INE) para realizar una serie de encuestas para elegir a la dirigencia de Morena. Con las limitaciones técnicas y políticas, la encuesta fue aprobada como el método para elegir dirigente.

A la primera convocatoria, se inscribieron alrededor de 74 aspirantes. La primera ronda de encuestas tuvo la finalidad de reducir el número, bajo el criterio del reconocimiento social. En esta etapa destaco el nivel de posicionamiento de personajes como Muñoz Ledo que registro una ventaja de 2 a 1 sobre su más cercano adversario.

Para la segunda ronda de encuestas, el criterio cambio del posicionamiento personal a la preferencia efectiva. De acuerdo a los resultados de las empresas contratadas por el INE , Muñoz Ledo obtuvo el 25.34% de las preferencias, contra el 25.29% de Delgado, marcando así un empate técnico. La mujer con mayor porcentaje fue la senadora Citlali Hernandez, quien por cuota de genero pasará a ocupar la Secretaria General del partido. Es importante destacar que el método de encuesta muestral estima preferencias basado en intervalos de confianza y márgenes de error, no cuenta votos. La encuesta tiene limites metodológicos para identificar un ganador contundente en escenarios sumamente competidos como el caso citado.

El empate técnico, dio pauta a una tercera ronda de desempate entre los principales competidores. Por un lado, Delgado representa la cohesión entre Ebrard y Monreal, en tanto que Muñoz Ledo juega el rol antisistema de la película, es el outsider que desafía al establishment partidista, probablemente visto con buenos ojos por corrientes como la de Claudia Sheinbaum.

De cara a la tercera ronda que se realizará entre el 16 y el 22 de octubre, se advierten riesgos que rebasan los limites de la encuesta. Si los resultados son similares al empate de la segunda ronda, no será posible declararlo ganador y dirigente nacional de Morena. Sería deseable que el puntero registre una clara ventaja. Asimismo, si los actores políticos en cuestión no son capaces de aceptar los resultados de la encuesta, el proceso interno quedará desacreditado. La consolidación de Morena se dirime en transitar por la civilidad y madurez para aceptar los resultados electorales o la amenaza del manotazo para poner orden en la mesa, y salomonicamente salvar un proceso caracterizado por las descalificaciones y desacuerdos internos.