¿Sabías qué...? El pan de muerto era llamado pan de mariposa. Te contamos su origen

El pan de muerto tiene mucha historia y antes de conocerlo como es, era elaborado de manera distinta y hasta con tortilla de maíz

  · miércoles 18 de octubre de 2023

Pan de muerto en panadería de Toluca / Foto: Luis Rodríguez | El Sol de Toluca

¿Te imaginas el mes de octubre sin pan de muerto? Esta creación de la gastronomía mexicana es importante no solo en el país, pues se ha convertido en un referente de las tradiciones nacionales que ha trascendido fronteras siendo reconocido en países extranjeros.

La llegada del pan también anuncia una celebración importante para la cultura mexicana, el Día de Muertos, una fecha que honra y celebra a la muerte, cada año miles de familias recuerdan a los que ya no se encuentran en este mundo terrenal, pequeños y grande se reúnen y mientras comen pan con chocolate, comparten anécdotas, en la mesa se percibe la nostalgia, el nudo en la garganta se hace presente y tal vez las lagrimas, pero la alegría de verse reunidos no se va.

El pan de muerto no es solo un acompañamiento para las bebidas que dan calor en esta temporada invernal, pues entre la masa, la azúcar, la mantequilla y la leche se puede conocer la historia de nuestro país, sus significados, distinciones, sus prácticas, religiones y sentimientos. Te platicó más.


Foto | Gobierno de México

¿Pan de mariposa?

En la época de prehispánica se hacia la "papalotlaxcalli" o pan de mariposa, era una tipo tortilla a la cual se le imprimía a la masa aún cruda un sello en forma de mariposa y después cocida se pintaba de colores, las cuales se realizaban cuando una persona moría y de acuerdo con nuestra historia, este pudo haber sido el origen del pan de muerto.

Estas tortillas después se modificaron por un panes hechos a base de amaranto y "pan ázimo" que era un pan de maíz seco y tostado, encima se le colocaban tiras de la misma masa para formar mariposas o rayos (xonicuille).

Foto | Leticia Olvera

Los panes eran colocados en la ofrenda a la diosa Cihuapipiltin, similar a la que actualmente realizamos o ponemos, era dedicada a las mujeres que morían del primer parto, se creía que rondaban por el aire causando enfermedades entre los niños, por ello les hacían regalos en el templo o en las encrucijadas del camino.

Con el tiempo nuestros ancestros comenzaron a realizar el "huitlatamalli", algo parecido a un tamal, y que se similla más al pan de muerto que ahora conocemos.

Este pan comúnmente redondo y con "huesos" adorna los altares, es una ofrenda para nuestro muertos y un deleite para los vivos.

Foto Luis Rodríguez | El Sol de Toluca