Aunque pocos son los afortunados quienes en su trabajo descansan el sábado y domingo, pero estos dos días parece que ya no son suficientes, el domingo desaparece rápidamente y la idea de regresar al trabajo el lunes invade con una sensación de ansiedad.
Pero si en algún momento se decide acudir al médico para buscar una solución desafortunadamente no habrá medicamentos y receta alguna que ayude a afrontar el inconveniente, porque el malestar del fin de semana solo el afectado lo puede solucionar.
No obstante el problema es real, es un término que ha cobrado importancia en la década reciente y que define un sentimiento de tristeza, desesperanza o insatisfacción que muchos dicen tener los domingos, incuso se llega a sentir dolores de cabeza, depresión y problemas de insomnio.
Durante el 2018 una encuesta realizada por LinkedIn reveló que un 80% de los adultos lo padecen, otra encuesta detalla que el punto más alto de la ansiedad es al rededor de las 16:00 horas.
Sin embargo su origen no es reciente, hace 30 años se habían realizado análisis sobre el tema, una de las causas es la precariedad económica, pero también está la interrupción de los ciclos habituales del sueño entre la semana (de trabajo) y el descanso del fin de semana.
Aunado a lo anterior se suman los jefes difíciles en el trabajo, la carga de actividades, temor a ser despedido, lo cual es habitual en todas las profesiones.
Aunque las diferentes recomendaciones no ayudarán a que la sensación desaparezca (al menos que se de la jubilación), hay algunas alternativas para mermar sus efectos, entre ellas hacer deporte, ver películas, reorganizar la carga de trabajo, ir al cine, organizar actividades con los amigos y evitar hacer trabajos o tareas el domingo por la tarde, lo que ayudará a romper la rutina del fin de semana.