La telemedicina y una nueva configuración de los hospitales destacan entre los cambios más radicales y necesarios en la medicina global después de la pandemia del Covid-19.
Expertos en medicina y científicos pronostican importantes cambios tras demostrarse la falta de inversión en digitalización y como el 65% de las atenciones médicas pueden resolverse sin la presencia física del paciente, con lo cual obliga también al personal médico a tener nuevos retos y oportunidades.
Durante la cuarentena se buscaron nuevas formas de acercamiento con la población para consultas o examinaciones; la telemedicina sobresalió como el mejor método, pero no para todas las prácticas.
También surgió la necesidad de métodos más eficientes y confiables de envío de datos en tiempo real para los hospitales y gobiernos preocupados por la ocupación hospitalaria que iba en aumento con el avance de la pandemia.
En el tema de un nuevo diseño para hospitales, el Colegio Real de Médicos en Inglaterra, abrazando las nuevas tecnologías, fueron los "hospitales sin paredes", esta idea busca dejar atrás a los hospitales como espacios únicos de salud y llevar personal de salud expertos a las comunidades, con la ventaja de un fuerte ecosistema digital.
A todo lo anterior está la urgencia para los profesionales de la salud la digitalización de los procedimientos e información de los pacientes, capaces de llevar un historial clínico completo incluso conectado a wearables (tecnología corporal) para mejor seguimiento.
No obstante es una realidad que la pandemia trajo importantes pérdidas económicas, además el sector salud dio prioridad al Covid-19, dejando de lado pacientes de enfermedades crónicas, terapias de salud mental, consultas de medicina general, entre otras, lo cual se tiene que corregir.
El Covid-19 mostró un nuevo camino hacia donde deben dirigirse los esfuerzos y la innovación tecnológica en la salud.