En lo que va del año, la actividad para los pequeños farmacéuticos cayó hasta un 50%, debido básicamente al repunte de la inseguridad y a la falta de apoyos crediticios, tanto en el Estado de México, como en el resto del país.
El representante del sector, Alfredo Urbano Flores Moreno lamentó que hayan tenido que tomar medidas, entre ellas: la reducción de las fuentes laborales e incluso el cierre de empresas.
A pesar de lo que digan las autoridades, las empresas seguimos recortando personal y optimizando nuestros recursos hacia los rubros que consideramos prioritarios.
Actualmente, la industria farmacéutica nacional genera un impacto directo en 161 ramas de la actividad económica, de un total de 259 en las que se clasifica la matriz de insumo producto, que incluye a los sectores primario y secundario.
Asimismo, generan cerca de 74 mil empleos directos y poco más de 310 mil indirectos.
También “les pega” la inseguridad
En cuanto a la inseguridad, el presidente de la Federación de Propietarios de Pequeñas Farmacias mencionó que los atracos a los comercios establecidos siguen siendo recurrentes, motivo por el cual, la gente se está volviendo hostil y desconfiada.
Sostuvo que la gran mayoría de los pequeños negocios que estaban enfocados a la venta de medicamentos han cambiado de giro, y se han vuelto -sobre todo- lonjas mercantiles o papelerías.
“Las pocas farmacias familiares que nos mantenemos, ya perdimos la imagen de función social que teníamos anteriormente y se ve muy difícil que esto pueda revertirse en el corto plazo, debido también a la depredación de las grandes cadenas”, aseveró.
