El proceso electoral del próximo 1 de julio que se llevará a cabo en el Estado de México, como en otras partes del país, “sí está afectando el crecimiento de la economía”, como consecuencia de que parte de los recursos económicos se destinan a la “compra de votos”, aunque se trata de un rubro que no reconocen los políticos.
Así lo señaló, Reyna Vergara González, directora de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), quien aseveró que es complicado medir o palpar dicha afectación, “pero sabemos que hay clientelismo político desde hace muchos años en nuestro país”.
En cuanto a las zonas de la República en donde llega a registrarse con mayor regularidad dicha situación, la especialista apuntó que generalmente son las que presentan mayor grado de marginación: las rurales.
“Realmente no creo que el hecho de que obtenga el triunfo algún candidato distinto al partido político en el poder genere daños a la economía, por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador, quien es aspirante a la presidencia por la coalición Juntos Haremos Historia, porque existen empresarios que operan en el país y generan empleos desde hace muchos años, y no se van a ir a otro lugar por una cuestión de esta índole”, consideró la especialista en temas económicos.
Asimismo, externó que en caso de registrarse una situación así, “no dudamos en que podría haber cambios en la estructura de gobierno, sin embargo, imaginamos que tendrían que ser paulatinos. Descartamos una especie de desestabilización económica”.
Vergara González detalló que quien llegue a la presidencia de la República más que afectar la economía, deberá enfocarse a la administración de los recursos económicos y humanos, tomando en consideración que “el país se integra por todos, y no por unos cuantos”.