Toluca, México.- En el 98 por ciento de la industria en México que tiene que ver con la operación de albercas en hoteles y centros recreativos, es empírica; el personal no tienen capacitación adecuada, la capacitación que existe está dirigida por la industria que vende productos químicos y los equipos y su finalidad no siempre va a la par del bienestar social y de salud.
Así lo afirmó Roberto Antonio Juárez Orozco, presidente de la Certificadora Internacional de Eficiencia, Ecología, Salud y Seguridad del Agua, presidente del Comité de Salud y Seguridad del Agua en México y miembro del Comité de la CDC en Estados Unidos de Seguridad y Salud de Instalaciones Acuáticas.
Anticipó que la Comisión para la Prevención de Riesgos Sanitarios en el Estado de México (Coprisem) y la Agencia de Seguridad Sanitaria de la Ciudad de México trabajan en la elaboración de una norma normativa que cumpla con los lineamientos internacionales en cuanto a la operación, diseño y construcción de las albercas en la entidad.
Indicó que se pretende evitar que haya atrapamientos por succión, asimismo, reducir riesgos laborales por la emanación de gases tóxicos del agua clorada y que haya un reglamento sensible para que la operación de las albercas sea sustentable ya que en este momento se está desperdiciando mucha agua en las instalaciones acuáticas debido a una operación inapropiada.
"Nosotros actualmente, detalló contamos con un convenio con la Universidad Nacional Autónoma de México, que tiene un programa de capacitación desde una persona que hace una labor de intendencia alrededor de la instalación, hasta el administrador de instalaciones" afirmó.
"Lo que estamos haciendo es profesionalizar a un sector para que tenga las herramientas adecuadas y utilice esos recursos, principalmente lo que estamos haciendo es cuidar al usuario, es la meta principal", expresó.
Todas las demás vertientes como ahorro de agua, ahorro de productos químicos son ganancias paralelas, porque lo principal es que el usuario entre a un lugar de esparcimiento, de relajación o deportivo apropiado y no a una trampa de muerte, como en algunas instalaciones se ha presentado, mencionó.
Trabajamos en conjunto con autoridades sanitarias internacionales, asociaciones civiles y con gobierno, institutos del deporte para reducir los riesgos sanitarios y de atrapamiento por succión y las mortandades que se dan en instalaciones acuáticas.
Hemos trabajado en países como Colombia, Jamaica, Panamá, Canadá, Estados Unidos y México y en América Latina es donde más problemas se han encontrado en cuanto a diseño y operación, añadió.
"Hemos encontrado desde tierras físicas no bien implementadas que producen electricidad dentro del paso de agua y que han causado electrocuciones, restos de productos químicos inapropiados, almacenamiento inadecuado de productos, manejo inadecuado de productos, instalaciones de gas en interiores cuando deben estar en exteriores lo que puede ocasionar intoxicación por inhalación de monóxido de carbono, deslizamiento, atrapamiento por succión, entre otros", explicó.
Lo que estamos haciendo junto con Coprisem es trabajar en una normatividad apropiada para que en el Estado de México estas situaciones se corrijan.
"Que la persona que va a instalar y operar estas instalaciones de verdad sepa lo que está haciendo", sostuvo.
"Estamos por entregar la información en un par de semanas y la norma será obligatoria", precisó.
