Toluca, México.- El hombre sigue desobedeciendo a Dios, pues anteponen sus gustos y caprichos, tal y como lo hace la mujer que con la bandera de hacer lo que quieran con su cuerpo y abortan, señaló el obispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos durante la misa de Domingo de Ramos con la que se inicia la Semana Santa.
En este acto que recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, explicó que el primer pecado de Adán y Eva fue la desobediencia, por lo que desobedecer antepusieron sus deseos, gustos y su libertad al amor del padre, pues les había dicho que no comerían de ese fruto.
En tanto lo que hace Jesús, dijo, es obedecer padre contrario a lo que hace Adán y Eva, “ellos desobedecen y Jesús obedece al padre, y al obedecerlo no antepone sus gustos, sus deseos, sino el querer del padre, por eso nos enseña al hombre y a la mujer que el que quiera glorificar al padre, tiene que obedecer a pesar del dolor y del sufrimiento”, indicó.
Lamentablemente, subrayó el pastor de la diócesis de Toluca, el hombre de hoy no obedece y se pone a las órdenes de sus gustos, caprichos y anhelos aunque vayan contrarios al mandato de Dios.
Muchas mujeres -comentó- dicen hacer lo que quieren con su cuerpo y abortan, por lo que anteponen sus gustos y caprichos a la vida, “el padre nos dice no matarás respeta la vida y el hombre de hoy sigue desobedeciendo”, insistió.
Por ello, destacó que este acto de la entrada de Jesús a Jerusalén es muy significativo, pues va a cumplir la voluntad del padre y ante ello, sabe que se va a enfrentar la muerte y acepta, sabe que va a sufrir y padecer, y acepta, sabe que van a cometer injusticias y se entrega.
“Esta es una gran enseñanza, pues Jesús va por este camino y no por el de sus caprichos ni sus gustos, ni de una religión a su manera, sino por el contrario va por la obediencia aunque esta duela”, agregó Chavolla Ramos.
Ante ello, el obispo de Toluca pidió a los miles de feligreses congregados en la Catedral a ir caminando para glorificar al Padre, “esta es la entrada a la Semana Santa y es la oportunidad de preparar tu corazón y adentrarte al misterio. Es decir vivir con un corazón abierto y una mente abierta contemplando lo que Jesús ha hecho y lo ha hecho por ti”, finalizó.
