A través de un comunicado, el "Observatorio Ciudadano Subcuenca Valle de Bravo-Amanalco" y "Sé la Voz de la Naturaleza" explicaron que el desarrollo inmobiliario Sttupa Ranch, es una de los desarrollos irregulares más grandes que existen en este municipio.
Ante esto, ha sido denunciado en más de una ocasión ante la autoridad, debido a que es un proyecto que se encuentra en la zona conocida como El Capulín y dentro del Área de Protección de Recursos Naturales (desde 1941) y del Santuario del Agua de Valle de Bravo (desde 2003).
“Aun sin las autorizaciones de impacto ambiental, cambio de uso de suelo, licencias de construcción, y concesiones de CONAGUA, de enero de este año a la fecha, se han derribado un sinnúmero de árboles”.
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“Se han desviado los cauces de ríos para lo que se presume será un lago privado y, se han llevado a cabo impunemente durante más de 8 meses movimientos de tierra y maquinaria pesada, así como apertura de nuevos caminos”, denunciaron las organizaciones civiles a través de redes sociales.
Aseguraron que se han presentado diversas denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado de México (PROPAEM) por la remoción de arbolado, el daño a la biodiversidad, la afectación a cauces naturales y el movimiento de tierra pues estas irregularidades impactan negativamente a las Áreas Naturales Protegidas federales y estatales.
Explicaron que también se presentaron denuncias ante la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) por afectaciones y el desvío de cauces naturales, así como denuncias ante autoridades municipales por el incumplimiento a la licencia de uso de suelo y construcción al Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Valle de Bravo.
Inclusive, las mismas autoridades han respondido que hasta el momento este proyecto no cuenta con los permisos, concesiones y autorizaciones que requiere la ley para llevar a cabo esta obra; sin embargo, las obras continúan y las únicas medidas de seguridad impuestas han sido por parte de la PROFEPA las cuáles se enfocaron en tratar impedir la construcción de una barda perimetral, un camino y un terraplén.
Mas no, la clausura de la totalidad del proyecto que, hasta la fecha, continúa con obras y actividades, por lo que han vuelto a hacer un llamado para volver a atender estas denuncias ambientales.
“(La PROFEPA) se ha negado a realizar otra visita de inspección a efecto de corroborar que las medidas de seguridad sean cumplidas a cabalidad pese a las constantes denuncias que se han realizado con posterioridad al mes de enero”, recriminaron las organizaciones ambientales a través del comunicado.