Una disminución de lluvias estimada en 30 días respecto al 2020, mermaría la producción de maíz en este año en el campo mexiquense, avisoran productores mexiquenses, por lo que a la fecha son pocos los que han iniciado con esta labor.
Sin embargo, los campesinos están esperanzados que esta situación cambie. Líderes de organizaciones campesinas informaron que la estimación de daños se verá una vez concluido el proceso.
No obstante, advirtieron que de continuar la escasez de lluvias les afectará debido a que el grueso de los cultivos es de temporal e inciden otros fenómenos climáticos, además también dependerá de la situación económica y de la carencia de insumos.
“El año pasado, si bien es cierto la lluvia fue menor, en el sur cayó en el momento adecuado para inflar la mazorca”, comentó el presidente de la Unión General Obrera Campesina y Popular (UGOCP), Yahir Estrada Ayala.
El representante de productores añadió que en esa región mexiquense, el 95% de ese cultivo es temporal y si hay dilación de las precipitaciones en el primer semestre de 2021, los cultivos van a depender de las precipitacines de agosto o septiembre.
De no presentarse las lluvias como debieran en esa región, sentenció, afectaría al maíz, jitomate y pepino. Dijo que la región de Villa Guerrero depende del esquema de riego que utilicen los floricultores, no obstante, la flor de temporada sí pudieran tener conflicto asociado a la sequía.
En su oportunidad, el presidente de la Federación de Productores de Maíz de la entidad, Everardo Lovera, declaró que aun cuando de septiembre a la fecha se han registrado precipitaciones, no son útiles para la agricultura porque se evapora el líquido.
“Son lluvias de menos de 10 milímetros y para que sea significativa debe ser de 30 a 40 milímetros, son alrededor de 30 a 40 litros por metro cuadrado, es lo que se necesita, pero no la hemos tenido”, explicó en entrevista separada.
Por esta situación, dijo, los agricultores deberán considerar otras opciones de cultivo como lo es trigo o avena.
“El año pasado fue malo y éste se ve peor, nos afectó la helada, porque la sequía que tuvimos entre mayo y junio no fue determinante, sino la helada de los primeros días de octubre”.
Hasta el momento, la Secretaría del Campo del Estado de México no tiene reporte de afectaciones por ese motivo, pero se prevé que en próximos días se realice una evaluación del tema, informaron las autoridades.
.jpg "01 PORTADA CALENTAMIENTO GLOBAL Y CAMPO-cuartoscuro (2).jpg")
Disminución de superficies
El Plan Estatal de Desarrollo 2017-2023 refiere que en la entidad, de 2010 a 2016, las superficies sembradas y cosechadas decrecieron.
El documento señala que la mayoría de las áreas de cultivo se destina a cereales, además de floricultura, en donde la entidad es líder del ramo.
Otras producciones agrícolas importantes son las de aguacate, tuna, haba, papa y chícharo.
El Plan Estatal de Desarrollo vigente indica que los cultivos de temporal ocupan el 82% por un 18% de riego.
Ante la variación climática registrada a la fecha, los productores no pierden la esperanza de que las precipitaciones pluviales sean significativas.
Por su parte, el Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral del Estado de México (IGECEM) indica que de 2016 a 2017 se sembraron en promedio 861 mil hectáreas en la entidad.
De esa cantidad, poco más de 645 mil hectáreas son de temporal y las otras 146 mil son superficies de riego.
En el caso del maíz según la tabla presentada en el Plan de Desarrollo Estatal, la superficie sembrada en 2016 fue de 513 mil 528.7 hectáreas.
Los municipios de Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Luvianos, San Felipe del Progreso y Tlatlaya representan los de mayor superficie sembrada, en la modalidad de temporal, mientras que por valor de producción agrícola destacan Coatepec Harinas, Jocotitlán, Tenancingo, Villa Guerrero y Villa Victoria, en donde sobresale la floricultura.
Floricultura
En el Estado de México existen 7 mil hectáreas dedicadas a la floricultura, las cuales se localizan en los municipios de Villa Guerrero, Tenancingo, Atlacomulco, Valle de Bravo, Coatepec Harinas, Tenango del Valle, Ocuilan y Malinalco, según la Secretaría del Campo mexiquense.
En esa actividad, un porcentaje lo hace bajo invernadero y otros requieren de riego.
Al respecto se han desarrollado políticas y medidas para brindar el suministro de agua, acciones emprendidas por autoridades estatales y municipales, tales como los proyectos estratégicos enfocados en la producción de flor, agave mezcalero, café y de maíz, según lo manifestado por el propio gobernador mexiquense durante su tercer informe de logros.
Sistemas de riego en el sur mexiquense
Agricultores de los municipios sureños del Estado de México riegan sus sembradíos con sistemas construidos por sí mismos, pues la falta de agua es no es un tema nuevo.
En Valle de Bravo, Amanalco, Donato Guerra y Villa de Allende, la falta de agua es una constante durante el estiaje.
Tras almacenar agua que compran a pipas o extraen de los ríos de bajo caudal, los agricultores la dosifican para que puedan regar a determinadas horas del día a sus sembradíos, a través de sistema de mangueras.
"Aquí casi no hay agua y más en esta época del año", platicó José Luis Palma, de la comunidad de Rancho Avándaro.
Ante la escasez del líquido, la mayoría siembra productos de temporada para aprovechar el agua de la lluvia; quienes utilizan sistemas de riego producen aguacate, jitomate, chícharo, haba, entre otros productos. En Valle de Bravo son más de 60 familias dedicadas al campo.
*Con información de Arturo Aguilar
