Toluca, México.- El someterse a dietas cada más drásticas para bajar de peso representa una arma de doble filo porque en lugar de cumplir ese objetivo al concluir el régimen se está más expuesto a engordar, advirtió la coordinadora de Docencia de la carrera en Nutrición de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Marcela Hernández Sánchez.
La maestra en ciencias de la salud, alertó que el tomar como opción las dietas milagro sin la supervisión de un especialista es un riesgo para la salud porque altera el organismo al perder agua y otros factores.
Indicó que el llamado “rebote” producto de realizar dietas “milagro” representa una agresión al organismo al someterlo a mucho tiempo sin alimento, sin azúcares al retirarle los hidratos de carbono, es decir, pan, pasta, arroz, azúcar, tortillas y frutas.
En ese sentido, explicó nuestro cuerpo sufrirá porque debe tener glucosa estable las 24 horas del día, además de perder agua, y por ende peso porque tras una dieta es común orinar mucho por cada litro perdido de agua también se carece de un kilo corporal.
No obstante cuando se termina un régimen alimenticio de esa naturaleza el paciente vuelve a comer las mismas cantidades y porciones de antes, la respuesta lógica es que se recupera el agua y el peso también, previó.
“El problema viene cuando hacemos una dieta extrema, el cuerpo lo toma como una agresión, como algo malo, pues es un periodo corto de tiempo el organismo se ponen ahorrar o sobrevivir”.
El mayor riesgo, reiteró es que entre más drástica sea una dieta a la brevedad se recuperará el peso, es como un entrenamiento para engordar fácilmente, lo cual es un riesgo para la salud.
Recomendó si se quiere bajar o subir de peso corporal es necesario estar orientado por un licenciado en nutrición o un médico y evitar dichos regímenes o sugerencias de amigos, familiares o personas conocidas.
De igual manera, ayunar en las mañanas o saltarse comidas a lo largo del día solo provocarán engordar y no disminuir de kilos corporales, cuando es más fácil consumir alimentos básicos que no requieren de una preparación elaborada es el caso de una manzana o huevo cocido, la ingesta de semillas al ejemplificar con almendras o cacahuetes y frutas como colación, siempre y cuando no sean porciones grandes.