La impunidad en los delitos de género ha sido una detonante para el incremento en las agresiones contra mujeres, aunque el problema es multifactorial, así lo señalaron Cristina Pablo Dorantes y José Antonio Trejo Sánchez, especialistas de la UAEM.
Sumado a la pérdida del respeto a las personas en general y en específico a las mujeres, expresaron que la falta de sensibilidad de las autoridades, el machismo y los micromachismos, influyen en la violencia ejercida contra ese grupo de la población.
En ese sentido plantearon una de las opciones para revertir ese panorama es construir comunidad desde la seguridad ciudadana y que los procesos judiciales se hagan con perspectiva de género. Además de que las autoridades actúen conforme a las leyes y no aumentar penas porque no es la solución al problema, externaron.
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Esto en relación a los últimos acontecimientos en el país de agresiones contra mujeres, desde amenazas hasta quemar viva a la mamá de un hijo con autismo en Jalisco, o arrojarle ácido en el rostro o cuerpo. En tanto que en la entidad prevalecen los feminicidios y las cifras no disminuyen.
La especialista en temas de seguridad ciudadana, Cristina Pablo Dorantes lamentó el aumento de la violencia contra la mujer debido a varios factores como la falta de respeto a todos los seres humanos y en específico a la mujer sin contar los actos de machismo y micromachismos que aún son notorios, dijo.
Es una falta de cultura de respeto, los tiempos han cambiado, pero los valores no tienen por qué cambiar.
Ejemplificó que si un hombre se queda en la vía pública luego de consumir alcohol le robarán sus pertenencias, pero si es una mujer en esa condición pareciera que eso le da derecho a ser agredida, violada o quitarle la vida.
“Se sigue generando el machismo de ambos lados y actitudes micromachistas que se justifican porque es mujer, ella debe tener aspectos de cuidadora porque hasta las propias las autoridades lo dicen no solo este sexenio, con Fox, la lavadora de dos patas y el siguiente sexenio habido un desprecio a la mujer”.
Acerca del feminicidio, explicó que es un crimen de odio contra la mujer por el hecho de ser mujer, al considerarse más débil y todos tienen derecho a poseerla, desnudarla, descuartizarla como si fuera un objeto.
“¿Cuál es la respuesta de la autoridad?, ninguna, desde que llegan a denunciar con este mito que hay pasar 72 horas porque seguramente se fue con el hombre, amigo o amante”.
Cuando la mujer denuncia suele estigmatizar por qué estaba sola, si estaba borracha o andaba de fiesta para dejarse en la impunidad, destacó.
La impunidad es el reflejo, de que no se atiende el grave problema de los feminicidios.
Por su parte, el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Ciencias Sociales de la UAEM. José Antonio Trejo Sánchez coincidió en que la impunidad es el principal punto al no castigar a los agresores y feminicidas.
Ejemplificó con el caso de la joven Debani muerta en Monterrey y la mujer de Jalisco, quemada viva que no han sido esclarecidos y ni sancionados.
“Es lo que más enfurece a las personas la falta de sensibilidad o de castigo de la autoridad y la revictimización, o por una cuestión política se minimizan los hechos y los feminicidios”.
Acerca de la violencia, dijo que es más constante escucharlo en redes sociales y medios de comunicación porque se ha visibilizado a través de esos conductos lo cual es terrible.
Sobre las formas de agresión apuntó que cada vez son más crueles e incluso a plena luz del día, como el quemar viva a una persona o el uso de ácido o feminicidios lamentablemente no son nuevas.
“La violencia no ha disminuido y hay un crecimiento de la impunidad, casi siempre las agresiones a mujeres vienen de sus parejas sentimentales en la mayoría de los casos, algunos a veces son un poco mediático las formas de agresión”.
El sociólogo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), recomendó a la sociedad ser claros y firmes en la denuncia, además de exigir a las autoridades para que vaya al fondo de cada caso.
“No sé puede permitir retroceso, se debe ir con mayor progreso y rapidez a los gobiernos estatales asuman que es una realidad que alcanza a todos no se puede minimizar”.
Reiteró que las autoridades en el grueso de los casos no han sido solidarias en las desgracias colectivas son sumamente indolente al trato a la mujer.
Ambos coincidieron en que el caso de la mujer de Zapopan se revictimizó al culparla de la violencia.
¿Qué hacer?
Pablo Dorantes, opinó que sería importante la formación con perspectiva de género, personal capacitado para la investigación y si hay detención en el proceso sea con esa perspectiva.
Expresó que el aumento de penas no es una solución al problema, se tienen sanciones altas para esos delitos y en la entidad existen tres alertas de género, pero no hay detenciones en feminicidios.
“Se pueden obtener más cosas al implementar un nuevo código penal, pero se debe construir desde la ciudadanía para generar comunidad y no con una ley con penas más altas al feminicidio”.
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Asimismo, impulsar políticas públicas a manera de una justicia terapéutica y de predicción en materia de política criminal al atender problemas desde lo endógeno y exógeno de las comunidades, añadió.
Asimismo, propiciar un apoyo a las víctimas con una visión de seguridad ciudadana desde todas las áreas es el caso de implementar medidas de empoderamiento en la Secretaría de Educación para atender la violencia y el respeto no solo a la mujer sino a todo ser vivo, sugirió.
Además, de evitar los chistes de mujeres en donde van integrados micromachismos, agregó.
