Mientras el 50% de los universitarios del Estado de México trabaja en algo que no estudió, el 52% de las empresas asegura no encontrar el talento adecuado para cubrir sus vacantes.
El caso de Juan es uno de muchos que viven esta realidad. La idea de trabajar en una oficina no le parecía mala, por eso decidió estudiar Economía en la FES Acatlán para ejercer esa carrera en alguna compañía financiera.
Sin embargo, al culminar sus estudios, los horarios extensos y los salarios precarios que halló en el mercado laboral, hicieron que cambiara de idea.
“Comencé a manejar un taxi hace cuatro años. Yo elijo la cantidad de horas que trabajo y mis ingresos, aunque varían, me permiten cubrir mis gastos. Me gusta ser taxista y ya no me veo en una oficina, a menos que el salario valga la pena”, relata.
Estudiar y no encontrar trabajo
En México cinco de cada 10 egresados trabajan en algo que no estudió, y uno de cada cuatro se emplea en la economía informal, de acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCD)
Danilo Carmona, investigador del Tecnológico de Monterrey, campus Atizapán, asegura que esto debe de ser una preocupación importante en el país.
“Por un lado, los jóvenes no encuentran los trabajos que quieren; por el otro, a las empresas les falta talento. ¿Qué está pasando?
De acuerdo a este experto en educación. los estudiantes no se están preparando bien para ocupar las vacantes disponibles. “El creciente mercado laboral busca jóvenes que puedan llegar a ser efectivos en la aplicación de sus conocimientos y habilidades en situaciones nuevas y cambiantes”, señala.
Señaló que el 50% de los profesionistas mexicanos no trabaja en lo que estudio, mientras que el 52% de las empresas asegura enfrentar dificultades para cubrir sus vacantes, según el estudio Escasez de Talento 2020 de la firma capital humano Manpower.
“Es un tema que prevalece en parte por las condiciones económicas, porque las empresas requieren mayor especialización y digitalización, para la oferta y demanda de empleos y salarios”, explica el entrevistado.
Considero necesaria una mayor cercanía entre las escuelas, el gobierno y las empresas, lo que permitiría una mejor formación académica, no solo de los jóvenes sino de los mismos docentes.
“Se necesita una fuerte orientación profesional, en la que los jóvenes obtengan más y mejor información sobre las oportunidades del mercado laboral y cómo pueden prepararse para ellas”, opinó el investigador universitario.
