La casa ubicada en la calle Ponciano Díaz, en Villas Santín, está abandonada. Sus vecinos evaden mirar a su acceso. De forma espontánea, se podría decir que recuerdan que hace tres años allí vivía un multihomicida que había lapidado a sus víctimas en una cisterna.
Por eso los vecinos evitan hablar de la casa. "No, ya nada es igual, no hay tranquilidad, ya usted imaginará", expresa una vecina que permite ser abordada.
La vivienda contigua también luce abandonada con las ventanas rotas. Y la casa que habitaba Óscar "N" aún tiene las ventanas abiertas, tal como las dejaron los peritos.
Dice la vecina que ya casi no custodian la casa y que muchos de sus vecinos se mudaron.
"Cuando pasó todo esto, se fueron algunos vecinos, por miedo", añade.
Sobre el metal y de cada extremo, hay pedazos de cinta amarilla: al interior en el 2019 donde se halló el cuerpo de una joven en una tina de baño con huellas de estrangulamiento. Otro cuerpo femenino lapidado en el patio y restos de otro en una cisterna de agua.
La casa de la calle Ponciano Díaz ahora la conocen como "La casa del horror".
Le rodean una zona habitacional de personas que tienen empleos de oficina, van y vienen por sus hijos a la escuela que está a unos 50 metros. Compran comida en los tres locales de comida abiertos sobre la calle y salen a pasear sus perros, como lo hacía su vecino extraño, al que ahora nombran "El monstruo de Santín".
Un jueves inició la historia en este domicilio. Hubo un cateo con agentes de la Fiscalía mexiquense y la policía estatal que derribaron la reja azul. El terror se descubrió segundos después cuando fue hallado el cuerpo de Jessica Guadalupe, joven de 23 años de edad que era buscada desde el 24 de octubre de 2019.
La Fiscalía continuó con sigilo sus indagatorias. Sólo las versiones extraoficiales anunciaron que dos cuerpos más habían sido levantados y sacados de la casa 136 con sábanas durante la noche de ese jueves. A ciegas y sin que los vecinos se percataran.
"Se dicen tantas versiones, pero sí estuvo muy feo", cuenta una vecina, propietaria de uno de los locales que están aledaños al domicilio.
En esa plancha de concreto sobre el patio se alcanza a ver una cisterna. Las conjeturas y diseño de las viviendas habitacionales indican que es la misma donde se pudo encontrar el tercer cuerpo.
EL ROSTRO DEL MONSTRUO
La fachada de la casa, pese al descuido, aparenta una estancia normal. De esas que se rentan por unos meses y se desocupan; sin embargo, en su interior se cocinaron varios relatos de horror que se comparan al de Goyo Cárdenas, el estudiante becado por Pemex y que fuera un asesino serial en los años 40.
Óscar "N" se sabe que era estudiante de psicología y a diario salía de su casa para acudir a clases, como cualquiera de los chicos que pasa frente a la casa 136. No hay más indicios, sus vecinos lo consideraban antisocial, porque no les daba el "buenos días".
El 31 de octubre de 2019 el hallazgo del cuerpo de Jessica detonó una investigación especial de la Fiscalía mexiquense, para intentar detener a Óscar "N". En la cisterna de la casa y el patio trasero se habrían localizado dos cuerpos más de mujeres.
Actualmente Óscar “N” se encuentra vinculado a proceso por al menos tres feminicidios y un homicidio; sus juicios continúan.