“Les faltó la agüita a los niños”, recriminó una ciudadana católica que como miles acudieron este jueves, Día de la Candelaria, a la Catedral de Toluca para bendecir sus imágenes de Niño Dios y no recibieron como es costumbre la bendición tradicional con agua bendita.
Aunque a las 09:00 horas se realizó la primera celebración eucarística en la Catedral de la ciudad, la misa del medio día fue la de mayor afluencia. Desde las 11:30 horas, los fieles comenzaron a acudir con sus imágenes en brazos.
Con diferentes atuendos, que iban desde los tradicionales trajes elaborados con estambres de colores blanco y azul hasta el niño doctor, los fieles participaron en la celebración religiosa que fue oficiada por el vicario general de la Arquidiócesis de Toluca, Antonio Hurtado.
De acuerdo a la religión católica, cada 2 de febrero se tiene la tradición de llevar la imagen del Niño Dios a bendecir a la iglesia, en recuerdo a como lo hicieron María y José que presentaron a Jesús en el templo 40 días después de su nacimiento, como lo marcaba la Ley de Moisés.
Durante la homilía, el vicario general pidió a los presentes buscar que no sólo procuren traer esas imágenes bellas, limpias y bien restauradas, sino también les recordó: “tú y yo también somos una imagen de Dios”.
A veces, puntualizó Antonio Hurtado, los fieles se preocupan por estar limpios, restaurados, llenos de vida, así como de fe y esperanza.
“Roguemos al Señor que en esta eucaristía convierta nuestro corazón a Él y nos haga esforzarnos día con día por ser imagen de Dios en nuestras familias, en nuestra vida, palabras, acciones, trabajo, estudio, paternidad o maternidad”, subrayó.
Sin agua bendita
Tras el final de la ceremonia y aunque el sacerdote aclaró a los asistentes que la bendición se haría en el transcurso del acto religioso, los fieles con sus imáenes en canastas o brazos se formaron para recibir la tradicional bendición que consistía en arrojar agua bendita.
“Yo traje mis imágenes para que sean bendecidas como es, pero creo que ya cambiaron las cosas, pues los sacerdotes ya no lo hicieron”, comentó una feligrés que se presentó a la puerta de la sacristía.
Esta queja fue hecha por varios de los fieles católicos que esperaron les arrojaran el agua bendita a sus imágenes, pero no ocurrió y eso molestó a algunos de los presentes.
“Es algo tradicional, pero si no lo quieren hacer, lo único que propician es que nos alejemos de la iglesia. No creo que sea por la pandemia, pero bueno, ya nos vamos”, mencionó una católico que acudió con sus imágenes a la Catedral de Toluca.
Cabe señalar que a la misa acudieron no sólo fieles provenientes de la ciudad de Toluca, sino que también de otros municipios cercanos como la señora Leonila Franco Santos, quien, pese al uso de silla de ruedas, acudió con su niño en brazos para participar del acto religioso.