El próximo sábado el cuerpo de Eduardo Osorio Jiménez, migrante mexiquense, quien falleció atropellado en Estados Unidos, será repatriado a su natal San Juan Amanalco Tercera Sección, Estado de México, después de 22 días de haber ocurrido su muerte.
Valentina, su esposa, informó a este diario, que luego de más de dos semanas lograron recolectar los fondos que se requerían para pagar el traslado aéreo y los trámites que solicitaba el Gobierno de Estados Unidos.
"Ya por fin, el sábado llegará a la casa", expresó Valentina, quien ha sido la principal involucrada en la recaudación de fondos para traer de vuelta su esposo fallecido.
El pasado 21 de enero el migrante de 31 años de edad murió atropellado en Philadelphia por una camioneta que se dió a la fuga y mientras él repartía comida a bordo de una bicicleta.
Su madre y su esposa se enteraron de la muerte al siguiente día, pero no pudieron hacer nada en ese momento.
"Supimos hasta el domingo, vimos la noticia en la tele pero desde acá no pudimos hacer nada, solo llorar", explica Valentina tras lo ocurrido.
Desde hace dos semanas la familia Osorio salió a botear y a solicitar ayuda en oficinas de gobierno para poder juntar más de medio millón de pesos para pagar el costo del traslado.
Incluso se pretendía organizar un baile masivo con ayuda de sus ex compañeros de la banda musical en la que tocaba la batería Eduardo, pero debido a los conflictos de inseguridad y políticos que presenta el municipio de Amanalco se decidió cancelar.
El cuerpo del migrante llegará este sábado al aeropuerto de la Ciudad de México y será velado durante la noche en el domicilio de la familia Osorio.
Se espera que el domingo sea sepultado en el cementerio de la localidad donde el joven nació, pues los trámites en el aeropuerto podrían demorar. "Nos informan que es un poco tardado el trámite para recojer el cuerpo del aeropuerto de México", añadió Valentina.
Eduardo migró a Estados Unidos en el mes de septiembre del año pasado y tenía dos empleos con los que ayudaba a su familia.
FAMILIA DESAMPARADA
Su matrimonio estaba compuesto por sus tres hijos, la mayor de 13 años y su esposa Valentina.
El sueño del joven de 31 años era terminar de construir su casa y darle estudios a sus tres hijos, la mayor quería ser educadora y su hijo menor baterista como él, cuenta Valentina.
"Ahora me toca seguir a mí aquí en esta casa, sacar adelante a nuestro hijos", externó Valentina.
En Amanalco sus familiares y vecinos de San Juan esperan el cuerpo del joven, así como sus excompañeros de la banda musical.