Hace unos días don Juan comenzó a frecuentar los puntos donde se abandona la basura que no recogen los camiones recolectores. Había dejado su trabajo como pepenador por una lesión en su pecho pero, tras la huelga de trabajadores de limpieza de Toluca, regresó pues pareciera que lo que recolecta es "oro molido", no solo para él, sino también para el resto de pepenadores.
"Lo que para unos es basura, para mi es la comida del día", explicó don Juan para referirse que entre las montañas de residuos hay empleo para cientos de familias.
Como muestra de lo anterior el pepenador visitó este lunes un punto de abandono de basura en el parque Carlos Hank González, donde halló su "oro molido" en forma de PET, aluminio e incluso alambre.
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Dicho punto es uno de los más complicados debido a que todo el día, y especialmente en las noches, el espacio se llena de bolsas con residuos que han generado montañas de desechos.
La gente viene en las noches y así amanecen las bolsas, lo malo es que no la separan.
La crisis de recolección inició la semana pasada cuando los empleados de Servicios Públicos de Toluca decidieron irse a huelga por falta de pagos quincenales. Desde esa fecha la pepena para don Juan y los suyos se incrementó. Hay más puntos de recolección en los que llenan costales con plástico, PET, cartón y otros materiales que se venden a buen precio.
Ahora don Juan y otros pepenadores son esenciales para limpiar la ciudad, así lo reconocen algunos vecinos que acuden al sitio de abandono de basura ubicado en el parque Carlos Hank González.
"Qué bueno que están reciclando, nosotros no tenemos de otra, porque tenemos días con la basura en la casa", explicó un vecino que acudió este lunes a dejar sus bolsas en el punto donde pepenada don Juan.
Sobre la avenida Isidro Fabela, que conecta en ese punto del parque Hank González con la Toluca-Palmillas, durante este lunes se detuvieron varios vehículos para arrojar bolsas y abonar a que las montañas de residuos crezcan.
Aunque don Juan y otro joven pepenador hacen un esfuerzo por escoger todo lo que sirve es imposible acabar con las bolsas.
Dichas labores se extenderán por algunas horas más y posteriormente ambos pepenadores se irán a otro punto para hacer lo mismo.