Toluca, México.-Cinco madres mexiquenses solicitaron apoyo al sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, defensor de los derechos humanos de los migrantes, para esclarecer el homicidio de sus hijas, al termino de la conferencia denominada Los Desafíos Demográficos de México y América Latina, en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población (CIEAP) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
El activista permitió su intervención a las madres, quienes portaban una cruz de color rosa con el nombre de las femeninas a las que les arrebataron la vida. “Tengo cuatro años, cuatro meses exigiendo justicia, mi hija fue asesinada, fue un feminicidio, esto sucedió en Cuatitlán Izcalli y al estar exigiendo justicia me mataron a mis otros dos hijos” expresó una mujer con la voz entrecortada.
Asimismo, la segunda solicitante, dijo que su hija Diana Velázquez, fue asesinada en el municipio de Chimalhuacán, “las autoridades son negligentes, omisas, prepotentes y corruptas, soy una madre ordinaria, que no conozco de leyes, solo sé que han matado a mi Diana y ese es el dolor más grande que he tenido en la vida”, enfatizó.
Agregó que la muerte de estas mujeres traen dolor y tristeza a las familias, por ello han abierto camino hacia la verdad y la justicia, para que todas las muertes violentas deban ser investigadas como feminicidio y perspectiva de genero, donde la autoridades las han convertido en letra muerta.
Afirmó que al no tener a su hija esto es una pesadilla, pues a nueve meses de su feminicidio no han dado con él o los responsables, quien señaló que las autoridades son desinteresadas, omiten el seguimiento de los casos, no hacen nada y no quieren trabajar.
Al respecto, Solalinde Guerra refirió que “no sólo son flojos, no sólo no quieren, están involucrados” por lo que en una ocasión en uno de los grupo de mujeres católicas por el derecho a decidir, explicó que familias de Chimalhuacan y Cuatitlán Izcalli narraron como asesinaron a sus hijas, como algo indescriptible.
“Los mismos policías, pero también el crimen organizado, ya se había mezclado con el crimen autorizado y estaban asesinándolas, llego el momento que no aguante estar oyendo esta situación de crimen, por rabia e impotencia”, aseveró
Finalmente el sacerdote hizo un llamado para que no se permita que esto siga pasando, no es verdad que no pueda resolverse, pues el Estado de México es donde más está creciendo el homicidio en contra de las mujeres, a pesar de tener una alerta de género.