"Un piropo no es malo siempre y cuando no se convierta en acoso", aseguró la sicóloga especialista en parejas, Taine Ramírez, quien consideró que será muy complicado la denuncia, sobre todo cuando existe una línea muy tenue entre ambos actos.

Luego de que Toluca se convirtió en el primer municipio en en Estado de México donde entró en vigor una ley que sanciona el acoso callejero en el que se puede considerar al piropo o tocamientos a mujeres. La sicóloga explicó que hay que comprender la intención de la reglamentación, pero más aún que tan complicada será la denuncia.

Y es que, indicó, primero tiene que quedar claro que se entiende por piropo, pero sobre todo como se interpreta, explorando tecnicamente a que hace referencia con lanzar un piropo o si realmente es un comentario sexista.

Mencionó que un piropo puede ser una agresión o violencia disfrazada, de ahí la complejidad de poder penalizar, pues tendrá mucho que ver la interpretación de lo que es un piropo dentro de estos usos y costumbres que tiene la sociedad actual.

“La mayoría de los piropos se entienden como agresiones o violencia disfrazada de piropo, por lo que sería muy difícil poder penalizar sobre todo por la interpretación de lo que es un piropo”, estableció.

Lo cierto, afirmó, es que los piropos no son malos, aunque se convierten en ello cuando pasan al acoso y ese si es un verdadero problema. Sin embargo, añadió Taine Ramírez, la linea entre uno y otro es muy tenue.

Para algunos, finalizó, distinguir lo que es un piropo y un acoso es algo muy sencillo, pero para otros es muy difícil distinguirlo sobre todo por la ya normalización de la violencia en la sociedad actual.