/ lunes 22 de enero de 2024

Contexto | El vendedor de plumas de Toluca


Toluca ya no tiene personajes.

De hecho creo que ya han dejado de estar en nuestras calles porque ser un personaje no se refiere a aquellos que ocupan el poder o los empresarios ricos o los socialmente famosos, sino los que forman parte de la vida cotidiana y que de una manera caminan nuestras calles y hacen la diferencia, se quedan en la memoria colectiva, que forman parte de la conversación de los niños o la sonrisa o el miedo de los adultos.

Cuando yo era niño en las calles estaba llena de personajes….estaba María Félix, que era una mujer delgada, así como Quijote, larga (yo la veía alta), un poco loca que les decía de groserías a los señores quienes salían huyendo o bien cambiaban de acera para evitarla, siempre, dentro de su cabellera grasienta se colocaba una flor para parecer mas bella…y se sentía bella y tal vez lo era…me impresionaba que había perdido algunos dientes y me recordaba la desgracia de Cosette en Los Miserables de Víctor Hugo…también estaba el ciego que con enorme acordeón quien en las tardes-noche animaba unos portales prácticamente vacíos en espera de alguna limosna…o la misteriosamente famosa La Negra como matrona de prostitutas…o el homosexual vendedor de pepitas quien siempre andaba con su canastón pasando de negocio en negocio, en ocasiones bien maquillado y pintados sus ojos sin que nadie, salvo algunas sonrisas, osara rechazarlo pues era muy parlanchín…

…y había más…y todo esto viene a cuanta porque ha circulado con pesar en las redes sociales la muerte de Don Alfredo, Don Toño (yo ya no sé) pero era el vendedor de plumas que un día lo podía encontrar en una calle de Metepec y otras por las calles de Toluca…la ultima vez que lo vi estaba en la glorieta del Águila, creo ahí se le veía muy cómodo, y al conversar con él me contó que estaba enfermo que le había dado cáncer y yo lo vi delgado, muy chupado, pero siempre con un ánimo que parecía disfrutar de la vida “…yo soy tu abuelito”, me decía y yo lo aceptaba gustoso…porque a uno siempre le hacen falta los abuelos y porque rápido me contaba historias en cada alto…

“…ándale mi hermano cómprame una pluma, mira son mágicas, solo escribes y todo se empieza a aclarar….a ver te ves triste, seguro extrañas a la novia…con esta pluma solo escribe en una hoja blanca y verás como solito te salen las palabras y se las envías en una carta…con esta pluma te saldrá del corazón lo que le quieras decir….hermano…ándale, bueno dos plumas por diez pesos…”, Y sonreía con su chaleco de colores, su pelo rubio, su tez blanca, delgado y su chaleco lleno de broches de no se qué cosas y plumas y lápices por todas partes…

…y lo mismo les decía a las mujeres, a los estudiantes…plumas mágicas para el amor, para resolver los exámenes…” a ver mi niña hermosa…a ver caballero…

…al saber de su muerte bajo las llantas de un camión distribuidor de gas no pude sino imaginar algo así como la muerte de Gaudí, ese gran arquitecto catalán que fue atropellado por un tranvía sin que nadie supiera de su identidad…y como él quedó tendido cubierto por una sabana en medio de la calle…para que alguien recogiera su cuerpo.

…el vendedor de plumas, es ya un personaje de la historia de la vida cotidiana de Toluca…y un reflejo también del abandono de los adultos mayores, del desorden vial y de la ciudad que se paga con vidas, de un vendedor ambulante autentico y divertido…algo que quedará…en la poca historia colectiva de Toluca en la memoria..

…con su trabajo, con ese colorido que le daba al ambulantaje y que lo acercaba a los mas pobres, los testimonios en las redes sociales hacen creer que siempre hay vidas, hay una anécdota, un hecho de seres que tal vez vayan sembrando un poco de amor en el camino sin apenas saberlo…

Correo: contextotoluca@gmail.com


Toluca ya no tiene personajes.

De hecho creo que ya han dejado de estar en nuestras calles porque ser un personaje no se refiere a aquellos que ocupan el poder o los empresarios ricos o los socialmente famosos, sino los que forman parte de la vida cotidiana y que de una manera caminan nuestras calles y hacen la diferencia, se quedan en la memoria colectiva, que forman parte de la conversación de los niños o la sonrisa o el miedo de los adultos.

Cuando yo era niño en las calles estaba llena de personajes….estaba María Félix, que era una mujer delgada, así como Quijote, larga (yo la veía alta), un poco loca que les decía de groserías a los señores quienes salían huyendo o bien cambiaban de acera para evitarla, siempre, dentro de su cabellera grasienta se colocaba una flor para parecer mas bella…y se sentía bella y tal vez lo era…me impresionaba que había perdido algunos dientes y me recordaba la desgracia de Cosette en Los Miserables de Víctor Hugo…también estaba el ciego que con enorme acordeón quien en las tardes-noche animaba unos portales prácticamente vacíos en espera de alguna limosna…o la misteriosamente famosa La Negra como matrona de prostitutas…o el homosexual vendedor de pepitas quien siempre andaba con su canastón pasando de negocio en negocio, en ocasiones bien maquillado y pintados sus ojos sin que nadie, salvo algunas sonrisas, osara rechazarlo pues era muy parlanchín…

…y había más…y todo esto viene a cuanta porque ha circulado con pesar en las redes sociales la muerte de Don Alfredo, Don Toño (yo ya no sé) pero era el vendedor de plumas que un día lo podía encontrar en una calle de Metepec y otras por las calles de Toluca…la ultima vez que lo vi estaba en la glorieta del Águila, creo ahí se le veía muy cómodo, y al conversar con él me contó que estaba enfermo que le había dado cáncer y yo lo vi delgado, muy chupado, pero siempre con un ánimo que parecía disfrutar de la vida “…yo soy tu abuelito”, me decía y yo lo aceptaba gustoso…porque a uno siempre le hacen falta los abuelos y porque rápido me contaba historias en cada alto…

“…ándale mi hermano cómprame una pluma, mira son mágicas, solo escribes y todo se empieza a aclarar….a ver te ves triste, seguro extrañas a la novia…con esta pluma solo escribe en una hoja blanca y verás como solito te salen las palabras y se las envías en una carta…con esta pluma te saldrá del corazón lo que le quieras decir….hermano…ándale, bueno dos plumas por diez pesos…”, Y sonreía con su chaleco de colores, su pelo rubio, su tez blanca, delgado y su chaleco lleno de broches de no se qué cosas y plumas y lápices por todas partes…

…y lo mismo les decía a las mujeres, a los estudiantes…plumas mágicas para el amor, para resolver los exámenes…” a ver mi niña hermosa…a ver caballero…

…al saber de su muerte bajo las llantas de un camión distribuidor de gas no pude sino imaginar algo así como la muerte de Gaudí, ese gran arquitecto catalán que fue atropellado por un tranvía sin que nadie supiera de su identidad…y como él quedó tendido cubierto por una sabana en medio de la calle…para que alguien recogiera su cuerpo.

…el vendedor de plumas, es ya un personaje de la historia de la vida cotidiana de Toluca…y un reflejo también del abandono de los adultos mayores, del desorden vial y de la ciudad que se paga con vidas, de un vendedor ambulante autentico y divertido…algo que quedará…en la poca historia colectiva de Toluca en la memoria..

…con su trabajo, con ese colorido que le daba al ambulantaje y que lo acercaba a los mas pobres, los testimonios en las redes sociales hacen creer que siempre hay vidas, hay una anécdota, un hecho de seres que tal vez vayan sembrando un poco de amor en el camino sin apenas saberlo…

Correo: contextotoluca@gmail.com