De acuerdo con INFOEM los partidos en Estado de México tuvieron una calificación de transparencia de 75% en 2019 y de 80% en 2020. Pero resulta que, si no contáramos a Morena, estos promedios subirían a 88 y 93 por ciento, respectivamente. ¿La razón? La calificación en transparencia del partido hegemónico en México fue de cero en nuestra entidad bit.ly/3uBcgZW
Cero de cumplimiento en transparencia desde 2019 para el partido del presidente que considera innecesarios los órganos autónomos; en una entidad donde el 77% de la ciudadanía considera que las leyes en México se respetan poco o nada y el 43% considera que es legítimo hacer justicia por su propia mano (IEEM, 2020).
El INFOEM ha hecho su trabajo cuando se trata de omisiones en transparencia: ha fijado multas y extrañamientos y ha reportado el incumplimiento al Tribunal Electoral local, en el caso de faltas de partidos políticos bit.ly/3yNQNR4. (Aunque pueden mejorar la transparencia y promoción de sus propios procesos de verificación).
Las leyes establecen que si los partidos no cumplen con sus obligaciones de transparencia estos pueden recibir desde una amonestación pública, hasta diversas multas e incluso la cancelación de su registro como partido político local.
¿Cómo ha procedido el Tribunal? En 2019 determinó una amonestación pública al Partido Verde por haber tenido un incumplimiento de poco menos del 6% en transparencia. Las razones para fijar esta sanción fue que no existió reincidencia, no hubo dolo, y que el derecho vulnerado fue (solamente) el de acceso a la información pública bit.ly/3ySJ2tg.
Lo grave es que estos mismos argumentos también los ha utilizado para Morena, quien por haber tenido cero en transparencia solamente ha recibido amonestaciones públicas. Tres años de opacidad no implican haber actuado con dolo o reincidencia, de acuerdo con la lógica de los magistrados bit.ly/3ibzByO.
¿Qué mensaje se nos da? Que se puede violar la ley con total impunidad. No estamos hablando sólo de subir información de líderes y candidaturas, sino de rendir cuentas de recursos públicos recibidos durante este periodo de tiempo, los cuales, eso sí, han sido entregados al cien por ciento a Morena.
El derecho al voto es un elemento indispensable, pero insuficiente. Para tener una democracia de calidad requerimos un Estado de Derecho que garantice el bienestar de la ciudadanía y tenga un marco de rendición de cuentas que limite el abuso de poder.
Morena es la primera fuerza política, pero su opacidad, en selección de candidaturas y en su gestión los últimos tres años, habla mucho del compromiso de sus dirigentes con la construcción de un Estado de Derecho. Recordemos su argumento de desaparecer fideicomisos por ser opacos, ¿qué tendría que pasar si ellos siguen incumpliendo en materia de transparencia?
