/ sábado 30 de enero de 2021

El Tintero de las Musas | El Banco Mundial

El Banco Mundial es una organización multinacional especializada en finanzas y asistencia. Su propósito declarado, es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo. Su presidente actual es David Malpass.

Pese a todos los amarres que quiere hacer México, dicen que éste es un país que tiene que verse con sumo cuidado. Por esto, es importante considerar las palabras de James D. Wolfenson, ex presidente del Banco Mundial, quien empieza analizando la eficacia del Estado: qué se debe hacer, cómo debe hacerlo y en qué forma puede mejorar su actuación en un mundo de rápida evolución.

Habla tanto de los países en desarrollo como industriales. También de los emergentes como hoy nuestro México, y llega a la conclusión de que desafortunadamente el Estado no puede cumplir sus promesas: las economías en transición, dice, han tenido que tomar la dolorosa decisión de encaminarse hacia la economía de mercado, y muchos países en desarrollo se han visto obligados a reconocer el fracaso de las estrategias de desarrollo promovidas por el mismo.

Y sigue insistiendo: No cabe duda que el desarrollo promovido por el Estado ha sido un fracaso, pero también, sus intentos de alcanzar ese objetivo al margen del mismo.

El buen gobierno, -ha sido la historia la que lo ha demostrado una y varias veces- es una necesidad vital, no un lujo. Para que el Estado pueda hacer una aportación más eficaz al proceso de desarrollo, es esencial comprender la función que cumple en ese entorno institucional, e imponer el cumplimiento de la ley.

Para una efectividad del mismo, el ex presidente de El Banco Mundial, comenta que, para orientar sus esfuerzos, -de todos los países del orbe-, hay que insistir en una doble estrategia:

Articular las actividades del Estado, para que estén en consonancia con su capacidad. Si los Estados consiguen concentrarse en las actividades públicas fundamentales, -imprescindibles para el desarrollo-, su eficacia aumentará.

Después, hay que buscar formas de ampliar la capacidad del Estado mediante la revitalización de las instituciones públicas. Incentivos a los funcionarios públicos para que hagan mejor su trabajo, e impedir la arbitrariedad y la corrupción.

Este informe, dice Wolfensohn, describe esta doble estrategia en relación con distintos puntos de partida. Habla de Estados que han conseguido resultados brillantes que presentan algunas características comunes. Una es la forma en que han establecido la normativa en que se basan las transacciones privadas, y la sociedad civil. Otra, es la manera en que se ejerce esa normativa, actuando en forma fiable y previsible, y poniendo coto a la corrupción.

Es importante mencionar que las miradas del mundo están vueltas hacia el Estado, dice el texto. Se debe entonces, replantear y dados los trascendentales acontecimientos registrados en la economía mundial, saber cuál es el papel del Estado, que debe y cómo debe hacerlo.

Para esto, los gobiernos han ayudado a introducir sustanciales mejoras en la educación y la salud y a reducir la desigualdad social.

(Continuará)

gildamh@hotmail.com



El Banco Mundial es una organización multinacional especializada en finanzas y asistencia. Su propósito declarado, es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo. Su presidente actual es David Malpass.

Pese a todos los amarres que quiere hacer México, dicen que éste es un país que tiene que verse con sumo cuidado. Por esto, es importante considerar las palabras de James D. Wolfenson, ex presidente del Banco Mundial, quien empieza analizando la eficacia del Estado: qué se debe hacer, cómo debe hacerlo y en qué forma puede mejorar su actuación en un mundo de rápida evolución.

Habla tanto de los países en desarrollo como industriales. También de los emergentes como hoy nuestro México, y llega a la conclusión de que desafortunadamente el Estado no puede cumplir sus promesas: las economías en transición, dice, han tenido que tomar la dolorosa decisión de encaminarse hacia la economía de mercado, y muchos países en desarrollo se han visto obligados a reconocer el fracaso de las estrategias de desarrollo promovidas por el mismo.

Y sigue insistiendo: No cabe duda que el desarrollo promovido por el Estado ha sido un fracaso, pero también, sus intentos de alcanzar ese objetivo al margen del mismo.

El buen gobierno, -ha sido la historia la que lo ha demostrado una y varias veces- es una necesidad vital, no un lujo. Para que el Estado pueda hacer una aportación más eficaz al proceso de desarrollo, es esencial comprender la función que cumple en ese entorno institucional, e imponer el cumplimiento de la ley.

Para una efectividad del mismo, el ex presidente de El Banco Mundial, comenta que, para orientar sus esfuerzos, -de todos los países del orbe-, hay que insistir en una doble estrategia:

Articular las actividades del Estado, para que estén en consonancia con su capacidad. Si los Estados consiguen concentrarse en las actividades públicas fundamentales, -imprescindibles para el desarrollo-, su eficacia aumentará.

Después, hay que buscar formas de ampliar la capacidad del Estado mediante la revitalización de las instituciones públicas. Incentivos a los funcionarios públicos para que hagan mejor su trabajo, e impedir la arbitrariedad y la corrupción.

Este informe, dice Wolfensohn, describe esta doble estrategia en relación con distintos puntos de partida. Habla de Estados que han conseguido resultados brillantes que presentan algunas características comunes. Una es la forma en que han establecido la normativa en que se basan las transacciones privadas, y la sociedad civil. Otra, es la manera en que se ejerce esa normativa, actuando en forma fiable y previsible, y poniendo coto a la corrupción.

Es importante mencionar que las miradas del mundo están vueltas hacia el Estado, dice el texto. Se debe entonces, replantear y dados los trascendentales acontecimientos registrados en la economía mundial, saber cuál es el papel del Estado, que debe y cómo debe hacerlo.

Para esto, los gobiernos han ayudado a introducir sustanciales mejoras en la educación y la salud y a reducir la desigualdad social.

(Continuará)

gildamh@hotmail.com