/ domingo 30 de enero de 2022

El Tintero de las Musas | Niñas y niños huérfanos…

Estoy enfrente de Laura Barrera, la diputada federal, a la que convoqué para que me platicara más de ella. Es muy joven. Está en mí mismo colectivo: 50+1. La conozco hace muchos años. Es hija de un ex compañero de trabajo de años: Heberto Barrera. Fue quien me dio hace años, mi tarjeta de la tercera edad dentro de su oficina. Convocó a todos allí, para que me la hicieran. Solo he recibido de ella, buenos tratos, buenas maneras y buenas costumbres. Según sé, es la mujer que más veces ha estado en algún gabinete legal de gobernador alguno. Debe ser muy disciplinada y discreta.

La convoco, porque de sopetón me encontré que trae consigo una iniciativa con proyecto de decreto. Es de la legislatura anterior, pero ahora por la reelección, se permiten retomar los temas y la suya, ya se dictaminó en la comisión de Niñez; pasó al pleno, allí pasó por unanimidad, y ahora, en este momento, está en el Senado. Sin más, Laura, porque sí, me empieza a platicar de los niños huérfanos de este país. Atenta yo escucho.

En el 2019 en nuestro país vivían más de 1.6 millones de menores en situación de orfandad, la estadística refiere que existen por lo menos 400 mil casos de niñas y niños sin cuidados parentales, situación originada principalmente por la migración de sus progenitores, abandono, o la muerte de sus padres a manos del crimen.

Si a esto le sumamos los más 250 mil niños, niñas y adolescentes que han perdido a su padre, madre o ambos a causa del COVID, el panorama se vuelve aterrador.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su informe violencia, niñez y crimen organizado, detalla que de los 1.6 millones de menores de edad en condición de orfandad, al menos 30 mil estarían en riesgo de ser atraídos por el crimen organizado para realizar actividades como extorsión, tráfico de personas, narcotráfico, piratería, robos… sumado a la deserción escolar, desprotección y desatención, la posibilidad de que vivan también explotación laboral, sexual, maltrato y violencia física, se multiplica.


¿Por qué además de triste esto es problemático? Porque es muy grave que un número importante de niñas, niños y adolescentes, se encuentran en un estado de vulnerabilidad al perder de primera instancia el derecho a vivir en familia y de ahí se desprenda la falta de guardia y custodia.


Conscientes de la importancia de la familia como el núcleo fundamental de la sociedad, y como tal, el ente que va a contribuir de manera determinante en el desarrollo integral de la persona, pongo a su consideración la siguiente iniciativa que reforman los artículos 10 y 26 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes la cual tiene por objeto, determinar la inmediata restitución del derecho a vivir en familia a las niñas, niños y adolescentes que se quedan en estado de orfandad a consecuencia de la comisión de un delito grave, dice Barrera.

Y me doy cuenta de sopetón, que, en este momento de vida, es mi deber, apoyarla. Más hoy, porque yo merita, fui una de esas niñas solas, desde los diez años, que se quedó sin padre.

De verdad entre más platicaba de su iniciativa Laura Barrera, más me daba cuenta de lo difícil que ha sido, aún para mí, que me siento tan echada para adelante, con el alma estrangulada, porque alguna vez me quedé sola: con mi hermanita de cinco años y con una madre que trabajaba y trabajaba todo el santo día para que tuviéramos todo lo que alguna vez disfrutamos con un papá magistrado que murió en un accidente de coche, hoy hace 60 años.

Y si a mí me tocaron épocas tan difíciles, ¿cómo no entender a estos miles de niños sin hogar? Solo hay que ver a todos esos chiquitos que vienen de indocumentados. O a tantos que se roban. O a nuestro Tadeo que sirvió para que le cercenaran su pancita y que al fin descansa en paz. A todos ellos, hay que poner en una casa en donde exista alguien que de verdad los ame. Para darles un abrazo enorme, un abrazo para la eternidad.

gildamh@hotmail.com


Estoy enfrente de Laura Barrera, la diputada federal, a la que convoqué para que me platicara más de ella. Es muy joven. Está en mí mismo colectivo: 50+1. La conozco hace muchos años. Es hija de un ex compañero de trabajo de años: Heberto Barrera. Fue quien me dio hace años, mi tarjeta de la tercera edad dentro de su oficina. Convocó a todos allí, para que me la hicieran. Solo he recibido de ella, buenos tratos, buenas maneras y buenas costumbres. Según sé, es la mujer que más veces ha estado en algún gabinete legal de gobernador alguno. Debe ser muy disciplinada y discreta.

La convoco, porque de sopetón me encontré que trae consigo una iniciativa con proyecto de decreto. Es de la legislatura anterior, pero ahora por la reelección, se permiten retomar los temas y la suya, ya se dictaminó en la comisión de Niñez; pasó al pleno, allí pasó por unanimidad, y ahora, en este momento, está en el Senado. Sin más, Laura, porque sí, me empieza a platicar de los niños huérfanos de este país. Atenta yo escucho.

En el 2019 en nuestro país vivían más de 1.6 millones de menores en situación de orfandad, la estadística refiere que existen por lo menos 400 mil casos de niñas y niños sin cuidados parentales, situación originada principalmente por la migración de sus progenitores, abandono, o la muerte de sus padres a manos del crimen.

Si a esto le sumamos los más 250 mil niños, niñas y adolescentes que han perdido a su padre, madre o ambos a causa del COVID, el panorama se vuelve aterrador.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su informe violencia, niñez y crimen organizado, detalla que de los 1.6 millones de menores de edad en condición de orfandad, al menos 30 mil estarían en riesgo de ser atraídos por el crimen organizado para realizar actividades como extorsión, tráfico de personas, narcotráfico, piratería, robos… sumado a la deserción escolar, desprotección y desatención, la posibilidad de que vivan también explotación laboral, sexual, maltrato y violencia física, se multiplica.


¿Por qué además de triste esto es problemático? Porque es muy grave que un número importante de niñas, niños y adolescentes, se encuentran en un estado de vulnerabilidad al perder de primera instancia el derecho a vivir en familia y de ahí se desprenda la falta de guardia y custodia.


Conscientes de la importancia de la familia como el núcleo fundamental de la sociedad, y como tal, el ente que va a contribuir de manera determinante en el desarrollo integral de la persona, pongo a su consideración la siguiente iniciativa que reforman los artículos 10 y 26 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes la cual tiene por objeto, determinar la inmediata restitución del derecho a vivir en familia a las niñas, niños y adolescentes que se quedan en estado de orfandad a consecuencia de la comisión de un delito grave, dice Barrera.

Y me doy cuenta de sopetón, que, en este momento de vida, es mi deber, apoyarla. Más hoy, porque yo merita, fui una de esas niñas solas, desde los diez años, que se quedó sin padre.

De verdad entre más platicaba de su iniciativa Laura Barrera, más me daba cuenta de lo difícil que ha sido, aún para mí, que me siento tan echada para adelante, con el alma estrangulada, porque alguna vez me quedé sola: con mi hermanita de cinco años y con una madre que trabajaba y trabajaba todo el santo día para que tuviéramos todo lo que alguna vez disfrutamos con un papá magistrado que murió en un accidente de coche, hoy hace 60 años.

Y si a mí me tocaron épocas tan difíciles, ¿cómo no entender a estos miles de niños sin hogar? Solo hay que ver a todos esos chiquitos que vienen de indocumentados. O a tantos que se roban. O a nuestro Tadeo que sirvió para que le cercenaran su pancita y que al fin descansa en paz. A todos ellos, hay que poner en una casa en donde exista alguien que de verdad los ame. Para darles un abrazo enorme, un abrazo para la eternidad.

gildamh@hotmail.com