CLAUDICAR NO ES OPCIÓN
Apenas son suficientes mil años para formar un Estado; pero puede bastar una hora para reducirlo a polvo.
Lord Byron.
El estado surge para ser el encargado de concentrar las acciones que contribuyan a la mejor administración de la cosa pública, a generar los elementos que permitan tener un estado de Derecho, paz, tranquilidad, gobernabilidad y gobernanza.
El gobierno en cualquiera de sus órdenes o niveles, es el encargado de operar directamente en beneficio de la comunidad, de dotar los servicios públicos básicos y encargarse del orden y La Paz pública, es decir estar al frente de la seguridad pública para que todos podamos vivir tranquilamente dentro del marco de la ley y el respeto a los derechos humanos.
Ver a un gobierno que claudica, que se pone de rodillas ante la delincuencia organizada, es algo muy difícil de asimilar pues el estado, su gobierno y las herramientas que este tiene para imponer el orden y la paz, están sustentados en la ley, el uso de la fuerza está legalmente permitido para salvaguardar el interés general de la colectividad.
No combatir a los delincuentes pretextando que se hizo por evitar baños de sangre y que más ciudadanos fueran afectados es más un pretexto que una decisión coherente. Los delincuentes no desaprovecharán esta oportunidad donde con base en la fuerza numérica y armamentística sometieron a algunas patrullas militares que habían participado en el operativo de captura a uno de los hijos del “Chapo” Guzmán.
Las acciones que la autoridad está obligada a realizar para salvaguardar el estado de Derecho tienen que ser eficaces y eficientes, bien pensadas y analizadas, usando la inteligencia militar y civil, además de las estrategias necesarias para que sus planes se concreticen.
No es la primera vez que el estado mexicano a dado golpes certeros a grandes capos de la delincuencia, algunos de ellos se lograron sin hacer un solo disparo, por ello el Presidente López Obrador no tiene pretexto que justifique la mala decisión de soltar a uno de los delincuentes más buscados.
Lamentablemente estos hechos han humillado a nuestra fuerzas armadas, aunque en los hechos ellos solo cumplieron una orden de sus superiores, el problema grave es que la delincuencia sentirá esta liberación como un triunfo y la harán valer.
Insisto el Estado no puede claudicar en su obligación y responsabilidad de cuidar La Paz y el Estado de Derecho. Con la delincuencia no se negocia, se aplica la ley y se realizan los operativos perfectamente planeados y en espera de las reacciones inherentes a tan delicadas actuaciones.
Claudicar nunca ha sido, no es ni será la opción del gobierno frente a los delincuentes, este gobierno deberá de repensar su actuar y de una vez por todas empezar a hacer su trabajo y dejar de echar culpas al pasado.
@JorgeInzunzaPAN
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