/ domingo 10 de mayo de 2020

Panorama político | El pico más alto de la pandemia en México

Después de semanas de confinamiento en casa, a tiros y trompicones hemos llegado hasta donde estamos. Una crisis bastante grave de salud que se había vislumbrado desde hace tiempo por muchos sectores de la sociedad. Las universidades privadas fueron las primeras en actuar, pues desde mediados de marzo determinaron no regresar a las aulas.

El Gobierno de la República tardó en demasía, en asimilar las alertas de gravedad que ya surgían tanto en los contagios como en las muertes por coronavirus. Tal vez como estrategia, decidieron evadir la realidad, tratando de construir una narrativa en la que se hiciera creer que las autoridades federales siempre han actuado con seguridad a la altura de las necesidades.

La realidad se ha impuesto, no fueron suficientes los “detentes” del Presidente ni la supuesta honestidad sirvió de freno, protección o cura a la pandemia. Los cálculos matemáticos exponenciales que surgieron desde que el virus irrumpió en Wuhan, China, aquí en México se desdeñaron. No sólo fue indiferencia, lamentablemente fue una afrenta a las medidas dispuestas por la Organización Mundial de la Salud.

Las llamadas del presidente López Obrador a continuar abrazándose, visitar los restaurantes y fondas, a salir a la calle hasta que él, avisara cuando ya no debían hacerlo, al verlo que no usaba cubre bocas ni gel antibacterial, generaron en la colectividad la creencia de que estábamos bien, que la crisis de salud aquí no pegaría como lo hizo en otros países del mundo.

Inclusive, mucha gente asegura que el virus del coronavirus no existe, que es una creación política con fines económicos. Si a ello sumamos que el presidente del país una y otra vez se evade de la realidad, dando fechas para el supuesto levantamiento de a cuarentena, que más tarde modifica con cualquier pretexto y sin el menor rubor por dar informaciones encontradas.

La última, la más grave es decir que la curva de contagios y muertes se ha aplanado. Las dudas surgen por montones: ¿Qué significa que se haya aplanado la curva de contagios y muertes?, ¿todos los ciudadanos comprenden el significado?, ¿están siendo responsables las autoridades generando la información como si todos los ciudadanos fueran expertos?, parece que la autoridad no pone atención en cómo expresa la información, pues una franja muy amplia de la población piensa que ya se controló el problema de salud, si a ello sumamos que López Obrador celebra haber domado al coronavirus, entonces tenemos un gran proceso de información mal realizada que invita a la población a relajar las medidas sanitarias.

Lamentablemente la realidad se refleja, no se puede ocultar el sol con un dedo. Por todos lados surgen pruebas de que los contagios y muertes superan por mucho las cifras dadas por el gobierno federal. Las notas en medios internacionales con investigaciones periodísticas serias documentan la cruel, necia, devastadora verdad: los hospitales están rebasados, sin insumos. Muchos guerreros de primer contacto contra el virus, -profesionales de la salud- han enfermado, muchos han fallecido, otros están saturados, cansados, agredidos, incomprendidos, sin embargo contra todo, se mantienen en pie de lucha en este momento en el que estamos viviendo el pico más alto de la pandemia en México, nuestra solidaridad, respeto ya agradecimiento a todos ellos.

@JorgeInzunzaPAN

Facebook: Jorge Inzunza

Después de semanas de confinamiento en casa, a tiros y trompicones hemos llegado hasta donde estamos. Una crisis bastante grave de salud que se había vislumbrado desde hace tiempo por muchos sectores de la sociedad. Las universidades privadas fueron las primeras en actuar, pues desde mediados de marzo determinaron no regresar a las aulas.

El Gobierno de la República tardó en demasía, en asimilar las alertas de gravedad que ya surgían tanto en los contagios como en las muertes por coronavirus. Tal vez como estrategia, decidieron evadir la realidad, tratando de construir una narrativa en la que se hiciera creer que las autoridades federales siempre han actuado con seguridad a la altura de las necesidades.

La realidad se ha impuesto, no fueron suficientes los “detentes” del Presidente ni la supuesta honestidad sirvió de freno, protección o cura a la pandemia. Los cálculos matemáticos exponenciales que surgieron desde que el virus irrumpió en Wuhan, China, aquí en México se desdeñaron. No sólo fue indiferencia, lamentablemente fue una afrenta a las medidas dispuestas por la Organización Mundial de la Salud.

Las llamadas del presidente López Obrador a continuar abrazándose, visitar los restaurantes y fondas, a salir a la calle hasta que él, avisara cuando ya no debían hacerlo, al verlo que no usaba cubre bocas ni gel antibacterial, generaron en la colectividad la creencia de que estábamos bien, que la crisis de salud aquí no pegaría como lo hizo en otros países del mundo.

Inclusive, mucha gente asegura que el virus del coronavirus no existe, que es una creación política con fines económicos. Si a ello sumamos que el presidente del país una y otra vez se evade de la realidad, dando fechas para el supuesto levantamiento de a cuarentena, que más tarde modifica con cualquier pretexto y sin el menor rubor por dar informaciones encontradas.

La última, la más grave es decir que la curva de contagios y muertes se ha aplanado. Las dudas surgen por montones: ¿Qué significa que se haya aplanado la curva de contagios y muertes?, ¿todos los ciudadanos comprenden el significado?, ¿están siendo responsables las autoridades generando la información como si todos los ciudadanos fueran expertos?, parece que la autoridad no pone atención en cómo expresa la información, pues una franja muy amplia de la población piensa que ya se controló el problema de salud, si a ello sumamos que López Obrador celebra haber domado al coronavirus, entonces tenemos un gran proceso de información mal realizada que invita a la población a relajar las medidas sanitarias.

Lamentablemente la realidad se refleja, no se puede ocultar el sol con un dedo. Por todos lados surgen pruebas de que los contagios y muertes superan por mucho las cifras dadas por el gobierno federal. Las notas en medios internacionales con investigaciones periodísticas serias documentan la cruel, necia, devastadora verdad: los hospitales están rebasados, sin insumos. Muchos guerreros de primer contacto contra el virus, -profesionales de la salud- han enfermado, muchos han fallecido, otros están saturados, cansados, agredidos, incomprendidos, sin embargo contra todo, se mantienen en pie de lucha en este momento en el que estamos viviendo el pico más alto de la pandemia en México, nuestra solidaridad, respeto ya agradecimiento a todos ellos.

@JorgeInzunzaPAN

Facebook: Jorge Inzunza