/ domingo 1 de agosto de 2021

Panorama Político | Los retos de las nuevas legislaturas

“Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”: Georg C. Lichtenberg.


Estamos a pocas semanas de que los poderes legislativos locales y la cámara de diputados federal se instalen y comiencen sus funciones legislativas y de control parlamentario, sobre todo en el ámbito de la fiscalización de los recursos públicos.

Se renueva en su totalidad la cámara federal 500 legisladores que tendrán tres años para tratar de recomponer las cosas en nuestro país, ahora con un nuevo mandato ciudadano que le pone un dique al poder ejecutivo.

Sin duda cada legislatura es distinta y a la vez única pues las circunstancias del país en cada momento histórico representa retos, oportunidades y formas distintas de resolver la problemática nacional con la creación, reforma, modificación y desarrollo de nuevas leyes e instituciones.

Estamos inmersos en un Estado Democrático Constitucional de Derecho donde existen reglas que limitan y controlan al poder público, además de la protección, cuidado, promoción y difusión de los Derechos Humanos Fundamentales.

Sin embargo nos hemos dado cuenta que tener instituciones y normas no es suficiente, pues surgen gobernantes autoritarios que quieren ensanchar su poder por encima de los otros poderes, con afanes absolutistas de control al pueblo que dicen defender, pero la realidad es que lo atacan.

Así estamos en este gobierno de cuarta que sustenta programa, discursos e instituciones en salvar las necesidades de la gente sobre todo la más pobre, pero en los hechos es el sector que ha sido más golpeteado.

Pues la mayor cantidad de muertos por la pandemia ha sucedido en las zonas más pobres, los que carecen de medicinas, alimentos, trabajo, protección, son las clases más vulnerables.

Vemos programas de asistencia social que lo único que hacen es proteger a las clientelas electorales de Morena para garantizar que sigan votando por ellos a cambio de una miseria garrafal que los mantiene siempre como carne de cañón pues este gobierno federal no ve los programas para lograr desarrollo si no que los utiliza para seguir creciendo el número de pobres en México.

Por todo esto resulta muy importante la labor que tendremos que hacer diputados federales y locales para garantizar que los pesos y contrapesos regresen a la dinámica política, gubernamental nacional.

No está la batalla totalmente ganada pues las ansias de poder totalitario del presidente de la República y su séquito de focas aplaudidoras no tiene límites y seguirá usando a las instituciones que controla para seguir intimidando, amenazando y agrediendo a sus opositores.

Estas nuevas legislaturas deberán estar a la altura de los retos pues el país se debilita cada vez más y su recuperación será más prolongada, por ello es necesario que las bancadas de oposición jueguen de manera estrategia, coordinada para frenar cualquier intento de retroceso.

En manos de los hechos legisladores están los retos de mantener los principios democráticos, la posibilidad de que impere la ley y no la impunidad, de que la economía retome el rumbo y las instituciones funcionen para todos y no sólo al capricho del gobernante en turno.

La cámara federal y las locales deberán legislar para servir a sus entidades y al país, la pandemia nos ha dejado duras lecciones, los resultados electorales también, así que es tiempo de afrontar los retos y garantizar el auténtico equilibrio de poderes para el bien de nuestro Estado de México y de toda la nación.

@JorgeInzunzaPAN

Facebook: Jorge Inzunza


“Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”: Georg C. Lichtenberg.


Estamos a pocas semanas de que los poderes legislativos locales y la cámara de diputados federal se instalen y comiencen sus funciones legislativas y de control parlamentario, sobre todo en el ámbito de la fiscalización de los recursos públicos.

Se renueva en su totalidad la cámara federal 500 legisladores que tendrán tres años para tratar de recomponer las cosas en nuestro país, ahora con un nuevo mandato ciudadano que le pone un dique al poder ejecutivo.

Sin duda cada legislatura es distinta y a la vez única pues las circunstancias del país en cada momento histórico representa retos, oportunidades y formas distintas de resolver la problemática nacional con la creación, reforma, modificación y desarrollo de nuevas leyes e instituciones.

Estamos inmersos en un Estado Democrático Constitucional de Derecho donde existen reglas que limitan y controlan al poder público, además de la protección, cuidado, promoción y difusión de los Derechos Humanos Fundamentales.

Sin embargo nos hemos dado cuenta que tener instituciones y normas no es suficiente, pues surgen gobernantes autoritarios que quieren ensanchar su poder por encima de los otros poderes, con afanes absolutistas de control al pueblo que dicen defender, pero la realidad es que lo atacan.

Así estamos en este gobierno de cuarta que sustenta programa, discursos e instituciones en salvar las necesidades de la gente sobre todo la más pobre, pero en los hechos es el sector que ha sido más golpeteado.

Pues la mayor cantidad de muertos por la pandemia ha sucedido en las zonas más pobres, los que carecen de medicinas, alimentos, trabajo, protección, son las clases más vulnerables.

Vemos programas de asistencia social que lo único que hacen es proteger a las clientelas electorales de Morena para garantizar que sigan votando por ellos a cambio de una miseria garrafal que los mantiene siempre como carne de cañón pues este gobierno federal no ve los programas para lograr desarrollo si no que los utiliza para seguir creciendo el número de pobres en México.

Por todo esto resulta muy importante la labor que tendremos que hacer diputados federales y locales para garantizar que los pesos y contrapesos regresen a la dinámica política, gubernamental nacional.

No está la batalla totalmente ganada pues las ansias de poder totalitario del presidente de la República y su séquito de focas aplaudidoras no tiene límites y seguirá usando a las instituciones que controla para seguir intimidando, amenazando y agrediendo a sus opositores.

Estas nuevas legislaturas deberán estar a la altura de los retos pues el país se debilita cada vez más y su recuperación será más prolongada, por ello es necesario que las bancadas de oposición jueguen de manera estrategia, coordinada para frenar cualquier intento de retroceso.

En manos de los hechos legisladores están los retos de mantener los principios democráticos, la posibilidad de que impere la ley y no la impunidad, de que la economía retome el rumbo y las instituciones funcionen para todos y no sólo al capricho del gobernante en turno.

La cámara federal y las locales deberán legislar para servir a sus entidades y al país, la pandemia nos ha dejado duras lecciones, los resultados electorales también, así que es tiempo de afrontar los retos y garantizar el auténtico equilibrio de poderes para el bien de nuestro Estado de México y de toda la nación.

@JorgeInzunzaPAN

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