/ domingo 17 de febrero de 2019

Política en Blanco y Negro

La evasión fiscal nos afecta a todos

El artículo 31 fracción IV establece las obligaciones que los mexicanos tenemos para contribuir con los municipios, estados y la federación de manera proporcional y equitativa, con lo mismo se financian los servicios públicos que abarcan salarios de profesores, médicos, políticas, jueces, legisladores, etc., es decir el gran aparato gubernamental.

Por ello es que todas las personas físicas y morales debemos pagar de acuerdo a nuestros ingresos, el no hacerlo implica la elusión o evasión fiscal que puede llegar a ser considerado un delito penal, y peor aún nos afecta a todos los mexicanos.

El órgano desconcentrado de la SHCP que recauda las contribuciones es el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dicho que durante este año va a ir tras los grandes contribuyentes deudores que son las grandes empresas establecidas en México, quienes deben una cifra récord de 186 mil 40 millones de pesos al cierre de 2018, ya que en el 2017 fue de 126 mil 89 millones de pesos; para ponerlo en contexto la UNAM recibe un presupuesto de 35 mil millones de pesos y la UAEMex poco más de 5 mil millones de pesos al año.

Muchos de estos créditos fiscales controvertidos están en litigio ante el Tribunal de Justicia Administrativa Federal y sus pares locales, por lo cual no pueden ser objeto de acciones de cobro.

Estos grandes contribuyentes, tanto nacionales como extranjeros, representan la segunda recaudación más grande de México, sólo por debajo de las retenciones a los trabajadores y así estos grandes corporativos buscan eludir su obligación de pago, a pesar de sus enormes ganancias. No es aceptable desde ninguna perspectiva que quienes demandan constantemente comportamientos ético-democráticos al gobierno, piden se resuelva el problema de la inseguridad y la violencia en el país, exigen mejor calidad de servicios en general, en muchos casos declaran que “no tuvieron ganancias” en un período fiscal, pues ello ni es creíble, y se comportan con una doble moral.

Esta disparidad tributaria debe cambiar, los empresarios de todo nivel, pero en especial los más grandes, deben tomar conciencia de su obligación de tributación, sumado al profundo nivel de evasión y elusión fiscal que afecta el desarrollo del país. Además, ningún desarrollo es posible en un esquema tributario que funciona a la inversa, ya que el que gana más debe pagar más.

Se requiere un nivel de control justo que permita sobreponer los intereses de la sociedad en su conjunto a los de cualquiera de sus miembros, sean estos individuos o colectivos. Al final, insisto en que debemos promover una verdadera cultura cívica en favor de la legalidad y de erradicación de la corrupción. Es educación de largo plazo, de otra manera no disminuirán la evasión fiscal, la informalidad y la piratería.


La evasión fiscal nos afecta a todos

El artículo 31 fracción IV establece las obligaciones que los mexicanos tenemos para contribuir con los municipios, estados y la federación de manera proporcional y equitativa, con lo mismo se financian los servicios públicos que abarcan salarios de profesores, médicos, políticas, jueces, legisladores, etc., es decir el gran aparato gubernamental.

Por ello es que todas las personas físicas y morales debemos pagar de acuerdo a nuestros ingresos, el no hacerlo implica la elusión o evasión fiscal que puede llegar a ser considerado un delito penal, y peor aún nos afecta a todos los mexicanos.

El órgano desconcentrado de la SHCP que recauda las contribuciones es el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dicho que durante este año va a ir tras los grandes contribuyentes deudores que son las grandes empresas establecidas en México, quienes deben una cifra récord de 186 mil 40 millones de pesos al cierre de 2018, ya que en el 2017 fue de 126 mil 89 millones de pesos; para ponerlo en contexto la UNAM recibe un presupuesto de 35 mil millones de pesos y la UAEMex poco más de 5 mil millones de pesos al año.

Muchos de estos créditos fiscales controvertidos están en litigio ante el Tribunal de Justicia Administrativa Federal y sus pares locales, por lo cual no pueden ser objeto de acciones de cobro.

Estos grandes contribuyentes, tanto nacionales como extranjeros, representan la segunda recaudación más grande de México, sólo por debajo de las retenciones a los trabajadores y así estos grandes corporativos buscan eludir su obligación de pago, a pesar de sus enormes ganancias. No es aceptable desde ninguna perspectiva que quienes demandan constantemente comportamientos ético-democráticos al gobierno, piden se resuelva el problema de la inseguridad y la violencia en el país, exigen mejor calidad de servicios en general, en muchos casos declaran que “no tuvieron ganancias” en un período fiscal, pues ello ni es creíble, y se comportan con una doble moral.

Esta disparidad tributaria debe cambiar, los empresarios de todo nivel, pero en especial los más grandes, deben tomar conciencia de su obligación de tributación, sumado al profundo nivel de evasión y elusión fiscal que afecta el desarrollo del país. Además, ningún desarrollo es posible en un esquema tributario que funciona a la inversa, ya que el que gana más debe pagar más.

Se requiere un nivel de control justo que permita sobreponer los intereses de la sociedad en su conjunto a los de cualquiera de sus miembros, sean estos individuos o colectivos. Al final, insisto en que debemos promover una verdadera cultura cívica en favor de la legalidad y de erradicación de la corrupción. Es educación de largo plazo, de otra manera no disminuirán la evasión fiscal, la informalidad y la piratería.