/ sábado 2 de marzo de 2019

Política en Blanco y Negro

Otra vez Venezuela

De acuerdo a la Consultora Bloomberg, por cuarto año consecutivo, Venezuela, es el primer país con economía más miserable, en este 2019, considerando los niveles de inflación y desempleo.

El que alguna vez fue el país más rico de América Latina, ahora se está cayendo a pedazos. Solamente recordemos que Venezuela se rige principalmente por el petróleo, cuyos precios han caído estrepitosamente, los últimos años. Algo que no debería ser así, ya que el país ocupa el 18% de las reservas probadas de petróleo del mundo, sumando casi 300 mil millones de barriles.

A esto hay que seguirle al “ Chavizmo”, que con el dinero público se dio la base al asistencialismo, implementado a través de programas sociales como construcción de vivienda, atención primaria a la salud, incremento de pensiones para personas de la tercera edad, entre otras, las cuales, con el paso del tiempo, fueron imposibles de mantener ya que el Estado se quedó sin fondos,

Si esto fuera poco, Nicolás Maduro asume la Presidencia de la República Venezolana en 2013, se agudizaron los problemas económicos y con ello el conflicto social que a la fecha es factor trascendental en Venezuela, el cual fue generando impacto a nivel internacional, al punto de generar migración de los ciudadanos venezolanos. Así fue la antesala para un destino que puede recaer finalmente en el ejército, otro jugador en un ámbito político abarrotado de grupos armados.

La crisis alimentaria y de seguridad en aquel país, continuó rebasando fronteras al grado de que un sinnúmero de periodistas de distintas nacionalidades, se dieron a la tarea de desplazarse hasta ese lugar, para dar cobertura a los acontecimientos y hacer pública la realidad en la que viven los venezolanos. Sin embargo, el gobierno para impedir que las imágenes de la situación se dieran a conocer a nivel mundial, tomó acciones represivas en contra de los periodistas que cubrían los acontecimientos. Además de que el uso de las fuerzas paramilitares o parapoliciales tiene una larga y siniestra historia en la región. Y es muy alarmante verlas operar de manera tan clara en Venezuela. El gobierno puede y debe frenar que estos grupos sigan exacerbando una situación ya de por sí altamente inflamable.

El pasado 25 de febrero, el periodista de origen mexicano Jorge Ramos y su equipo, se encontraban en Venezuela realizando una entrevista al presidente venezolano, quien aparentemente se molestó al ser cuestionado respecto a la falta de democracia, la tortura y los presos políticos, aunado a que le fue mostrado un supuesto video donde se podía observar a un grupo de jóvenes comiendo de un camión de basura ; por lo que el presidente se retiró del lugar y el periodista y su equipo fueron retenidos en ese momento y hasta poco más de dos horas en el Palacio de Miraflores, según relató.

Además de haber sido retenidos, les fueron confiscadas las videograbaciones, material que habían recabado durante su cobertura en aquel país, además de objetos personales. Estas son escenas deplorables. El gobierno venezolano debe obligar a los cuerpos de seguridad a dejar de emplear el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados, periodistas y ciudadanos comunes.

Las reacciones de los gobiernos y la prensa internacional, no se hicieron esperar, rechazando la actitud para con los periodistas, por parte del Gobierno de Maduro.

Sin duda, la labor periodística es una de las más arriesgadas en los últimos años, quienes se desempeñan en el gremio, han sido víctimas de violencia, delincuencia, represión y lamentablemente víctimas mortales tanto de los Gobiernos, como por parte de delincuencia organizada.

Es fundamental, garantizar el pleno ejercicio de las actividades de los profesionales de la comunicación ya que es a través de sus ojos, que podemos conocer lo que acontece dentro y fuera de nuestro país.

Mi solidaridad con el gremio periodístico mexicano y con todos aquellos comprometidos en hacernos llegar la verdad de lo que acontece en cada rincón del mundo.


Otra vez Venezuela

De acuerdo a la Consultora Bloomberg, por cuarto año consecutivo, Venezuela, es el primer país con economía más miserable, en este 2019, considerando los niveles de inflación y desempleo.

El que alguna vez fue el país más rico de América Latina, ahora se está cayendo a pedazos. Solamente recordemos que Venezuela se rige principalmente por el petróleo, cuyos precios han caído estrepitosamente, los últimos años. Algo que no debería ser así, ya que el país ocupa el 18% de las reservas probadas de petróleo del mundo, sumando casi 300 mil millones de barriles.

A esto hay que seguirle al “ Chavizmo”, que con el dinero público se dio la base al asistencialismo, implementado a través de programas sociales como construcción de vivienda, atención primaria a la salud, incremento de pensiones para personas de la tercera edad, entre otras, las cuales, con el paso del tiempo, fueron imposibles de mantener ya que el Estado se quedó sin fondos,

Si esto fuera poco, Nicolás Maduro asume la Presidencia de la República Venezolana en 2013, se agudizaron los problemas económicos y con ello el conflicto social que a la fecha es factor trascendental en Venezuela, el cual fue generando impacto a nivel internacional, al punto de generar migración de los ciudadanos venezolanos. Así fue la antesala para un destino que puede recaer finalmente en el ejército, otro jugador en un ámbito político abarrotado de grupos armados.

La crisis alimentaria y de seguridad en aquel país, continuó rebasando fronteras al grado de que un sinnúmero de periodistas de distintas nacionalidades, se dieron a la tarea de desplazarse hasta ese lugar, para dar cobertura a los acontecimientos y hacer pública la realidad en la que viven los venezolanos. Sin embargo, el gobierno para impedir que las imágenes de la situación se dieran a conocer a nivel mundial, tomó acciones represivas en contra de los periodistas que cubrían los acontecimientos. Además de que el uso de las fuerzas paramilitares o parapoliciales tiene una larga y siniestra historia en la región. Y es muy alarmante verlas operar de manera tan clara en Venezuela. El gobierno puede y debe frenar que estos grupos sigan exacerbando una situación ya de por sí altamente inflamable.

El pasado 25 de febrero, el periodista de origen mexicano Jorge Ramos y su equipo, se encontraban en Venezuela realizando una entrevista al presidente venezolano, quien aparentemente se molestó al ser cuestionado respecto a la falta de democracia, la tortura y los presos políticos, aunado a que le fue mostrado un supuesto video donde se podía observar a un grupo de jóvenes comiendo de un camión de basura ; por lo que el presidente se retiró del lugar y el periodista y su equipo fueron retenidos en ese momento y hasta poco más de dos horas en el Palacio de Miraflores, según relató.

Además de haber sido retenidos, les fueron confiscadas las videograbaciones, material que habían recabado durante su cobertura en aquel país, además de objetos personales. Estas son escenas deplorables. El gobierno venezolano debe obligar a los cuerpos de seguridad a dejar de emplear el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados, periodistas y ciudadanos comunes.

Las reacciones de los gobiernos y la prensa internacional, no se hicieron esperar, rechazando la actitud para con los periodistas, por parte del Gobierno de Maduro.

Sin duda, la labor periodística es una de las más arriesgadas en los últimos años, quienes se desempeñan en el gremio, han sido víctimas de violencia, delincuencia, represión y lamentablemente víctimas mortales tanto de los Gobiernos, como por parte de delincuencia organizada.

Es fundamental, garantizar el pleno ejercicio de las actividades de los profesionales de la comunicación ya que es a través de sus ojos, que podemos conocer lo que acontece dentro y fuera de nuestro país.

Mi solidaridad con el gremio periodístico mexicano y con todos aquellos comprometidos en hacernos llegar la verdad de lo que acontece en cada rincón del mundo.