/ viernes 19 de enero de 2018

Política en Blanco y Negro

Como lo hemos venido mencionando, este 2018 puede vislumbrarse en materia económica como un año lleno de retos, sin embargo la actual administración federal que ahora comienza a vivir su ocaso, refrenda cuestiones que suscribió hace años y que hoy más que nunca viene sumando para concretar lo ofrecido en ese ya lejano 2012.

El 24 de enero de 2014, el entonces secretario de Hacienda Luis Videgaray anunció en Davos Suiza: “Ahora es momento de entrar a una etapa de estabilidad y certidumbre donde todos conozcamos cuáles serán las reglas del juego en los próximos años y eso sea un aliciente para invertir y crear empleos” poco después de un mes, el 27 de febrero de ese mismo año, el “Acuerdo de Certidumbre Tributaria” se hacía realidad.

A cuatro años después de aquel momento, el mismo fue debidamente cumplido, al no crear nuevos impuestos, ni a modificar en detrimento del contribuyente las tasas, concretamente hablando del IVA, ISR, IEPS, hasta el 30 de noviembre de 2018 (y no hasta 2016 como en un principio se especuló), es decir, por más de tres cuartas partes del presente sexenio, cuestión que por sí misma constituyó un ejercicio sin precedentes para México, con una mejora en la recaudación fiscal desde el SAT que hoy preside Osvaldo Satín Quiroz.

Esta reforma generó confianza a los inversionistas, instalándose sin el temor y la zozobra de que el próximo ejercicio fiscal significaría el menoscabo de su capital. Asimismo creó una base sólida que permite combatir de mejor manera la evasión e informalidad, que elevó la recaudación de impuestos, y también permitió en parte crear los más de 3 millones de empleos formales que hasta final de 2017 se tienen (más que en las dos administraciones anteriores).

Es obligado remarcar, que este Pacto Fiscal, no se circunscribió únicamente a los grandes agentes económicos, fue incluyente pues contempló las familias y al ciudadano, promoviendo el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) que hizo ver a los pequeños comerciantes, los beneficios de estar en la formalidad.

Este último año de gobierno la SHCP propuso en octubre de 2017, la reducción al pago del Impuesto Sobre la Renta, este cambio, que en su momento avaló el Congreso de la Unión, permitirá erogar menos impuestos a personas físicas, empleados, profesionistas independientes, con actividad empresarial o dedicadas al arrendamiento en este 2018, todo esto en respuesta al aumento del fenómeno inflacionario, el cual en el año que acabamos de terminar tuvo un repunte significativo. A manera de ejemplo, el contribuyente que cabe en este supuesto y que tiene un ingreso mensual de $ 12,000.00 (Doce Mil Pesos), en 2017 pagó por concepto de ISR $ 1,447.00 (Mil cuatrocientos cuarenta y siete pesos); para este 2018 ese mismo contribuyente estará obligado a pagar $ 1,270.00 (Mil doscientos setenta pesos), teniendo con esto un ahorro en su obligación.

Finalizo mencionando, en materia tributaria la administración de Enrique Peña Nieto, ha mostrado hasta el último instante la probidad en el cumplimiento de su compromiso en la administración con un sistema fiscal más eficiente.

Como lo hemos venido mencionando, este 2018 puede vislumbrarse en materia económica como un año lleno de retos, sin embargo la actual administración federal que ahora comienza a vivir su ocaso, refrenda cuestiones que suscribió hace años y que hoy más que nunca viene sumando para concretar lo ofrecido en ese ya lejano 2012.

El 24 de enero de 2014, el entonces secretario de Hacienda Luis Videgaray anunció en Davos Suiza: “Ahora es momento de entrar a una etapa de estabilidad y certidumbre donde todos conozcamos cuáles serán las reglas del juego en los próximos años y eso sea un aliciente para invertir y crear empleos” poco después de un mes, el 27 de febrero de ese mismo año, el “Acuerdo de Certidumbre Tributaria” se hacía realidad.

A cuatro años después de aquel momento, el mismo fue debidamente cumplido, al no crear nuevos impuestos, ni a modificar en detrimento del contribuyente las tasas, concretamente hablando del IVA, ISR, IEPS, hasta el 30 de noviembre de 2018 (y no hasta 2016 como en un principio se especuló), es decir, por más de tres cuartas partes del presente sexenio, cuestión que por sí misma constituyó un ejercicio sin precedentes para México, con una mejora en la recaudación fiscal desde el SAT que hoy preside Osvaldo Satín Quiroz.

Esta reforma generó confianza a los inversionistas, instalándose sin el temor y la zozobra de que el próximo ejercicio fiscal significaría el menoscabo de su capital. Asimismo creó una base sólida que permite combatir de mejor manera la evasión e informalidad, que elevó la recaudación de impuestos, y también permitió en parte crear los más de 3 millones de empleos formales que hasta final de 2017 se tienen (más que en las dos administraciones anteriores).

Es obligado remarcar, que este Pacto Fiscal, no se circunscribió únicamente a los grandes agentes económicos, fue incluyente pues contempló las familias y al ciudadano, promoviendo el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) que hizo ver a los pequeños comerciantes, los beneficios de estar en la formalidad.

Este último año de gobierno la SHCP propuso en octubre de 2017, la reducción al pago del Impuesto Sobre la Renta, este cambio, que en su momento avaló el Congreso de la Unión, permitirá erogar menos impuestos a personas físicas, empleados, profesionistas independientes, con actividad empresarial o dedicadas al arrendamiento en este 2018, todo esto en respuesta al aumento del fenómeno inflacionario, el cual en el año que acabamos de terminar tuvo un repunte significativo. A manera de ejemplo, el contribuyente que cabe en este supuesto y que tiene un ingreso mensual de $ 12,000.00 (Doce Mil Pesos), en 2017 pagó por concepto de ISR $ 1,447.00 (Mil cuatrocientos cuarenta y siete pesos); para este 2018 ese mismo contribuyente estará obligado a pagar $ 1,270.00 (Mil doscientos setenta pesos), teniendo con esto un ahorro en su obligación.

Finalizo mencionando, en materia tributaria la administración de Enrique Peña Nieto, ha mostrado hasta el último instante la probidad en el cumplimiento de su compromiso en la administración con un sistema fiscal más eficiente.