/ sábado 2 de mayo de 2020

Política en Blanco y Negro | La nueva guerra fría. Parte II

Como lo réferi, hoy vivimos una nueva guerra fría. Siguen siendo aliados históricos la Federación Rusa y la Republica China, con algunas otras naciones, como Venezuela, Irán, Siria, y Korea del Norte. Por el otro lado están los Estados Unidos, Europa, Israel, Arabia Saudita, entre otros. Solo que ahora la forma de atacar al enemigo no es con armas, sino con algo más poderoso, la destrucción de la economía de países que genera en consecuencia toda clase de crisis al interior, que van desde la pobreza, hambruna, falta de servicios, enfermedades, entre muchos más problemas.

Desde hace más de diez años los gobiernos de China y de Estados Unidos, vienen sosteniendo una guerra comercial, primero lo vimos abiertamente en tecnología y desde marzo se libra la cruenta batalla por el precio del petróleo con Rusia.

Hay que recordar que la OPEP propuso el jueves 5 de marzo retirar del mercado un millón de barriles diarios, al mismo tiempo que les pidieron a países como Rusia, entre otros, se hicieran cargo de otros 500.000, es decir millón y medio de barriles menos en el mercado. Lo anterior basado en la crisis desatada por el Covid-19 ha causado un fuerte retroceso de la demanda de petróleo, por ejemplo: China, que representa el 13.4% del consumo, se ha visto muy disminuido por las razones que todos conocemos. Sin embargo, los rusos rechazaron la propuesta, toda vez que su barril estaba cercano a los 42 dólares, y que la misma solo beneficiaría a Arabia Saudita quien pretendía mantener el precio de su producto en 83 dólares con esta medida.

El analista John Kemp señaló: “El problema básico de la OPEP es que lo único que hacen los recortes es propulsar la producción estadounidense. Los norteamericanos han captado todos los incrementos globales de consumo en los últimos años”.

El barril de petróleo cayó a nivéleles nunca antes vistos. La mezcla mexicana proyectada para este 2020 es 49 y bajo a menos dos dólares y ahora fluctúa entre los 4 dólares. Para que coloquemos en contexto, la

extracción de un barril de petróleo cuesta para nuestro país, 14 dólares, es decir estamos perdiendo 10 dólares por cada barril.

Si a esto le sumamos el COVID 19 que inicio en el puerto comercial de Wuhan China, crisis que el Gobierno pudo frenar al declarar en cuarentena a más de 11 millones de sus ciudadanos, construyendo en horas un hospital especializado con 1000 camas para atender la entonces epidemia, ello le permitió que en tres meses detuvieran la enfermedad y desde el 8 de abril su reapertura económica.

Esto ha provocado aun nuevo enfrentamiento entre Estados Unidos, China y la Organización Mundial de la Salud, por el número de muerto declarados por los orientales y la responsabilidad mundial que seguramente van a querer endosarles a estos por la infección mundial y seguir debilitando su economía. Así es la nueva Guerra Fría, duro sobre la economía de los países.

Como lo réferi, hoy vivimos una nueva guerra fría. Siguen siendo aliados históricos la Federación Rusa y la Republica China, con algunas otras naciones, como Venezuela, Irán, Siria, y Korea del Norte. Por el otro lado están los Estados Unidos, Europa, Israel, Arabia Saudita, entre otros. Solo que ahora la forma de atacar al enemigo no es con armas, sino con algo más poderoso, la destrucción de la economía de países que genera en consecuencia toda clase de crisis al interior, que van desde la pobreza, hambruna, falta de servicios, enfermedades, entre muchos más problemas.

Desde hace más de diez años los gobiernos de China y de Estados Unidos, vienen sosteniendo una guerra comercial, primero lo vimos abiertamente en tecnología y desde marzo se libra la cruenta batalla por el precio del petróleo con Rusia.

Hay que recordar que la OPEP propuso el jueves 5 de marzo retirar del mercado un millón de barriles diarios, al mismo tiempo que les pidieron a países como Rusia, entre otros, se hicieran cargo de otros 500.000, es decir millón y medio de barriles menos en el mercado. Lo anterior basado en la crisis desatada por el Covid-19 ha causado un fuerte retroceso de la demanda de petróleo, por ejemplo: China, que representa el 13.4% del consumo, se ha visto muy disminuido por las razones que todos conocemos. Sin embargo, los rusos rechazaron la propuesta, toda vez que su barril estaba cercano a los 42 dólares, y que la misma solo beneficiaría a Arabia Saudita quien pretendía mantener el precio de su producto en 83 dólares con esta medida.

El analista John Kemp señaló: “El problema básico de la OPEP es que lo único que hacen los recortes es propulsar la producción estadounidense. Los norteamericanos han captado todos los incrementos globales de consumo en los últimos años”.

El barril de petróleo cayó a nivéleles nunca antes vistos. La mezcla mexicana proyectada para este 2020 es 49 y bajo a menos dos dólares y ahora fluctúa entre los 4 dólares. Para que coloquemos en contexto, la

extracción de un barril de petróleo cuesta para nuestro país, 14 dólares, es decir estamos perdiendo 10 dólares por cada barril.

Si a esto le sumamos el COVID 19 que inicio en el puerto comercial de Wuhan China, crisis que el Gobierno pudo frenar al declarar en cuarentena a más de 11 millones de sus ciudadanos, construyendo en horas un hospital especializado con 1000 camas para atender la entonces epidemia, ello le permitió que en tres meses detuvieran la enfermedad y desde el 8 de abril su reapertura económica.

Esto ha provocado aun nuevo enfrentamiento entre Estados Unidos, China y la Organización Mundial de la Salud, por el número de muerto declarados por los orientales y la responsabilidad mundial que seguramente van a querer endosarles a estos por la infección mundial y seguir debilitando su economía. Así es la nueva Guerra Fría, duro sobre la economía de los países.