Así lo he de decir, tenemos dos pendientes, por un lado, la salud y por el otro la economía.
El tema de salud está perfectamente focalizado e identificado a que sector de la población pegará.
Nos contagiaremos de Covid-19 más de 80 millones de mexicanos y ni lo habremos percibido.
Que el confinamiento hasta junio, con la pretensión que de manera escalonada la gente que requiera atención médica con “respiradores” se le pueda atender, deseando con todo mi corazón que no se aplique “la guía de criterios”, que no es otra sino políticas de guerra y de selección de población, donde se elige salvar primero a los niños y así de forma ascendenteshasta llegar a los adultos mayores.
El otro tema es la economía, por un lado, se anuncia del día 17 de abril, tan solo en el mes de marzo han salido capitales de inversión por 166 mil millones pesos.
En este sentido, una primera proyección es que los empleos formales que van a perderse serán 3 millones, de esos que pagamos impuestos y como lo comenzamos ya a ver en la salida de los fondos de los trabajadores que tiene un AFORE, y que es dinero como todos sabemos solo es “paliativo” de supervivencia.
Por el otro sector que genera ingreso y que más del 50% es el informal, esa parte de la población que sale a la calle, al rancho, al pequeño negocio, todos los días para llevar el "pan" a su casa. Para ellos no hay y por ende no tienen seguridad social, que incluye AFORE, INFONAVIT, IMSS, y con la desaparición del Seguro Popular, que se encuentra en transición en el Insabi, esa gente es la más desprotegida y quién necesita atención, porque seguramente presenta alguno de los factores de riesgo ante Covid-19, ya sea diabetes, obesidad, desnutrición, hipertensión, etc. y esa es epidemia de salud que al menos en Estado de México mata en promedio a más 37 mil personas, y como lo refirió el subsecretario de Salud, Hugo Lopez Gatell, son más 600 mil fallecimientos al año.
Ojalá el presidente, los empresarios y los gobernadores del país lo tengan presente, porque la pobreza es la otra gran epidemia que nadie voltea ver.
