/ martes 24 de julio de 2018

Rescate Tierra


Berrinche sexenal

Cuando era pequeño y llegaba el pan dulce a la casa, mi hermano marcaba las conchas lengüeteándolas, así nadie se atrevía a comerlas y uno se enojaba si previo a la llegada del pan, soñaba con cubrir la concha con una capa de nata y azúcar. Él así demostraba, que aun sin su presencia, tenía poder.

Hay un dicho en México:“Jalisco nunca pierde y cuando pierde, arrebata” Pareciera que los próximos 120 días estarán plagados de jugadas bajo la mesa, para heredar al presidente entrante un país en condiciones de poca maniobra. Todo estará comprometido, hasta que logre quitar el yugo que le hereda su antecesor con la reciente deuda contratada por 10 mil millones de dólares, los negocios que deja pendientes del tren elevado, el aeropuerto internacional, las empresas de semillas transgénicas, el petróleo, las inversiones turísticas que dañan la infraestructura ecológica y los migrantes.

Aunado a eso, la cabeza del órgano electoral del país sale al ruedo para denunciar el manejo de un fideicomiso para ayudar a los afectados por el terremoto, ante supuestas irregularidades en su ejecución, favoreciendo al partido ganador. Es como si una venda cayera de los ojos del consejero y ahora si va preguntar, no sólo del fideicomiso.

El presidente del INE hoy se alza con su flamígera espada, acusando y procurando probar. Un presidente, que, ante la petición del líder de varios grupos indígenas del país, para que el respeto a sus usos y costumbres en el proceso electoral se diera, se burló de la entrevista, mostrando poca seriedad, ante tan importante petición y la acción quedó grabada.

Hay una parábola en la Biblia sobre los empleados a quienes su señor encarga unos talentos, para que en su nombre los administren. A su retorno, al que le dio 3, los convirtió en 5; al que 2, en 3; pero uno de ellos le regresó el mismo talento, justificándose con el argumento de que su jefe era malvado. Es decir, no administró bien lo que se le encargó y se justificó por su deficiente trabajo.

Aquí el empleador somos los mexicanos. Con nuestro voto entregamos el talento (México) al siervo para que lo administre y, al final del periodo, esperamos mejores condiciones, no peores.

En el Estado de México, el órgano electoral local ha cambiado en varias ocasiones de consejero presidente y hasta de Consejo, por circunstancias diversas, desde atentados no aclarados, hasta aparentes malos manejos, en la contratación de materiales.

Sin embargo, a Lorenzo Córdova parece que eso ni le importa, ni le afecta.


Berrinche sexenal

Cuando era pequeño y llegaba el pan dulce a la casa, mi hermano marcaba las conchas lengüeteándolas, así nadie se atrevía a comerlas y uno se enojaba si previo a la llegada del pan, soñaba con cubrir la concha con una capa de nata y azúcar. Él así demostraba, que aun sin su presencia, tenía poder.

Hay un dicho en México:“Jalisco nunca pierde y cuando pierde, arrebata” Pareciera que los próximos 120 días estarán plagados de jugadas bajo la mesa, para heredar al presidente entrante un país en condiciones de poca maniobra. Todo estará comprometido, hasta que logre quitar el yugo que le hereda su antecesor con la reciente deuda contratada por 10 mil millones de dólares, los negocios que deja pendientes del tren elevado, el aeropuerto internacional, las empresas de semillas transgénicas, el petróleo, las inversiones turísticas que dañan la infraestructura ecológica y los migrantes.

Aunado a eso, la cabeza del órgano electoral del país sale al ruedo para denunciar el manejo de un fideicomiso para ayudar a los afectados por el terremoto, ante supuestas irregularidades en su ejecución, favoreciendo al partido ganador. Es como si una venda cayera de los ojos del consejero y ahora si va preguntar, no sólo del fideicomiso.

El presidente del INE hoy se alza con su flamígera espada, acusando y procurando probar. Un presidente, que, ante la petición del líder de varios grupos indígenas del país, para que el respeto a sus usos y costumbres en el proceso electoral se diera, se burló de la entrevista, mostrando poca seriedad, ante tan importante petición y la acción quedó grabada.

Hay una parábola en la Biblia sobre los empleados a quienes su señor encarga unos talentos, para que en su nombre los administren. A su retorno, al que le dio 3, los convirtió en 5; al que 2, en 3; pero uno de ellos le regresó el mismo talento, justificándose con el argumento de que su jefe era malvado. Es decir, no administró bien lo que se le encargó y se justificó por su deficiente trabajo.

Aquí el empleador somos los mexicanos. Con nuestro voto entregamos el talento (México) al siervo para que lo administre y, al final del periodo, esperamos mejores condiciones, no peores.

En el Estado de México, el órgano electoral local ha cambiado en varias ocasiones de consejero presidente y hasta de Consejo, por circunstancias diversas, desde atentados no aclarados, hasta aparentes malos manejos, en la contratación de materiales.

Sin embargo, a Lorenzo Córdova parece que eso ni le importa, ni le afecta.